El
silencio complicado de Francisco de la Torre
Ya
fijé mi postura sobre la posible inestabilidad del gobierno municipal del
Alcalde, con el movimiento político realizado por Cassá; y como es lógico ponía
un paréntesis a cualquier decisión al respecto sobre el destino de la vara de
mando en el futuro en la Casona del
Parque, hasta que no se recobrase la actividad normal. También he visto que mi
partido se afirmaba en lo mismo, así como he leído la actitud del primer edil
que se mantiene a la espera, mientras esté en el tajo de la difícil desescalada
y nos ganemos con ardor y garantías ya la Fase 1, frente el “totum revolutum” que producen
muchos ciudadanos en los paseos de recorridos mejorables que hay que controlar y
sancionar.
Pero
parece que urge cerrar el asunto de la vara de mando, cuando algunos
periodistas prevén conspiraciones preparadas para desalojar al alcalde, y otro
que en en una entrevista a De la Torre expresaba la opinión de que había sido
el mejor alcalde de la historia de Málaga, por lo menos, digo yo, el que más
años ha estado. Osan ver conspiración o “silencio cómplice” del socialista
Daniel Pérez.
Ante
tan aventuradas opiniones sobre quién está en la obligación y claro propósito
de conseguir los votos necesarios, para
ejecutar la política más próxima a sus objetivos electorales, me parece que se
han equivocado al poner el foco y que deben,
les guste o no, inquietar al alcalde preguntándose, no por su silencio
cómplice, sino por su complicado silencio.
Pedro
Aparicio que en las primeras elecciones municipales de la democracia, obtuvo 11
ediles de 29, consiguió la alcaldía con la suma de los concejales propios, más
los andalucistas y comunistas. Por una guerra interna del PCE, sufrió un
injusto voto de censura de los leninistas que se impusieron a los
eurocomunistas, después de superar el trámite, supo aunar en su gobierno a los
concejales de los cuatro partidos representados en el Pleno. Consecuencia de
ésto, unido a su gestión, en las siguientes elecciones los socialistas
obtuvimos 21 de los 29 ediles que conformaban la representación municipal, la
mayoría en la historia de la democracia municipal malagueña.
La
vara de alcalde tiene muchos nudos, y sus revalidas son muy complejas, por eso,
quién debe sacar de dudas, en primera instancia, es él que la porta, quién
tiene que vincular la mayoría a su proyecto de gobierno, cualquiera que sean
las circunstancias. No lo tuvo a pedir de boca el primer alcalde de la
democracia, mi añorado Pedro, cuando unió a todos los partidos; soy testigo de
primera mano, de las divisiones entre ellos, y entre todos, y de las batallas
dialécticas en las que teníamos que resolver nuestras decisiones. Es decir,
ejemplo tiene la historia del consistorio de la avenida Cervantes, ante el
silencio clamoroso y complicado de
Francisco de la Torre, si es que queremos saltarnos la labor en la pandemia.
Curro
Flores
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