viernes, 30 de diciembre de 2022

LUNA JOVEN: TOCOLOGÍA MADE IN GALAPAGAR

LUNA JOVEN: TOCOLOGÍA MADE IN GALAPAGAR: TOCOLOGÍA MADE IN GALAPAGAR Los de   PREU   y las del bastidor, somos una generación que después del saber acumulado en nuestras neurona...

TOCOLOGÍA MADE IN GALAPAGAR

TOCOLOGÍA MADE IN GALAPAGAR

Los de  PREU  y las del bastidor, somos una generación que después del saber acumulado en nuestras neuronas, hasta de lo más borde; estamos en la etapa de desaprender, ahí nos sobra espacio, pero nos falta tiempo, porque el horario del final del trayecto es supersónico.

Si hombres, desgranamos hacia la justicia de géneros nuestros privilegios patriarcales; si mujeres y más las comprometidas compañeras de la batalla feminista, arrancado parcelas de poder y entendimiento de la sociedad de los desafueros que sufrían. Todavía queda camino por recorrer, pero me invadía la idea, de que el comportamiento lógico nos debe de socorrer.

En los primeros de concejal de la democracia, tuve que poner orden en los comportamientos de algunos doctores y enfermeros, lo digo en masculino; por comportamientos ajenos a la ética de servidor público, casos contados, viejo tema, pero nunca a los de no llevar como propósito el bien y la salud de los enfermos que se dignaron ver cómo -ex humillantes- de la cartilla de beneficencia, es decir, de haber testimoniado en vano el juramento hipocrático.

Los del  Cambio histórico, nos enorgullecemos de la Sanidad Pública, somos afines al Gobierno actuante, aunque protestemos de las lista de espera para que nos echen el “ojo clínico”. Tenemos argumentos de saber de carretilla para saber distinguir nuestras políticas y rebatir las propagandas adversarias. Pero desde la Ley del “sí es sí”, hemos entrado en la “etapa de montaña” del vertiginoso des aprendizaje, en un descenso peligroso.

Hasta Irene Montero, comunista desde los quince añitos, debe saber, de las consignas del imperio táctico soviético; el viejo dicho: -la carreta no se debe poner por delante de los bueyes-. Pero con su talante de querer distinguirse de las que la adelantaron en los avatares feministas, nos sorprende con peñascos de carbón, enterrados en el roscón de reinas, con la penalización de la “violencia obstétrica”, -¡chúpate esa!

La razón, la oposición y la profesión se han lanzado al ruedo de la protesta, del proyecto de la Ministra del racimo. Sería gastar pólvora inútil, si no incluyeran al presidente Sánchez en las lisonjas.

Queda un añito del “irenazgo Iglesias”, pero a no ser que trabaje desde lo más inexplicable de su moderno anti casticismo  de fugaz galapaguera. Tengo ante mis ojos un “Manual práctico de la responsabilidad y defensa de la profesión médica”, creo le sería muy útil para poder entendernos en la misma jerga. Aunque sus instrucciones políticas, barrunto, es poner el carrito para atropellar la manada, por los restos de la Revolución de Octubre.

Curro Flores

 

 

 

 

miércoles, 28 de diciembre de 2022

LUNA JOVEN: EL IVA DE LOS CARDOS BORRIQUEROS

LUNA JOVEN: EL IVA DE LOS CARDOS BORRIQUEROS: EL IVA DE LOS CARDOS BORRIQUEROS Si es por elevar la sapiencia, he amontonado en el trastero los tratados de Economía Política y los he ...

EL IVA DE LOS CARDOS BORRIQUEROS

EL IVA DE LOS CARDOS BORRIQUEROS

Si es por elevar la sapiencia, he amontonado en el trastero los tratados de Economía Política y los he sustituido por varios comics electorales, unos y otros van con IVA; pero los que para los sesudos es de iba, para los tebeos es de vuelta.

Ayer doña Cuca y el cuco Bendodo, le prepararon el plató a la galerna del Finisterre,  para que con su cara de lápida conventual, coja su “cesta de la venta” política en un mercadillo, repitiendo a todas las audiencias que Sánchez se había quedado corto, con las medidas anti inflación; encima había llegado tarde, porque todo el paisanaje había hecho sus compras festivas. Ahí está la pata del cordero y vamos al turrón.

La verdad es que cuando los precios se estancan en la inflación, aunque ya estén a la bulla las rebajas que nos anuncian un marcador de menos el 60 por ciento; los gobiernos tienen muy difícil, no hacerse el olvidadizo, antes de poner los pañitos calientes. Pero con 200 euros en un cheque, más dejar el pan con aceite, sin carga impositiva, nos quedaremos siempre cortos, porque los que les encanta la política del “adelgazamiento fiscal”, les viene de perlas ponerse orondos de gula gourmet.

Quizás para estar más en liza, sin entrar en la decrepitud de recetarnos los básicos de Carpanta; nuestra España de multiplicar, debiera haber impuesto una deducción a los alimentos significados de cada comunidad, incluso para que no se queden atrás los espetos, por provincias y comarcas, así desde el cochinillo de Ávila, las merluzas del Cantábrico, ingredientes de la paella valenciana, el pulpo al feira, podemos cerrarlo con langostinos de Sanlúcar, morcilla patatera extremeña, un chotis con churritos madrileños y pos si se me olvida algo, mantecados de Estepa, turrón de Alicante y a brindar con cava de ya se sabe dónde.

Es una pena, pero todavía estamos a tiempo de rectificar; hasta que se elija al presidente del Constitucional, o mi amiga de presidenta,  para abaratar los cardos borriqueros y repartir gratis los roscones de reyes.

Curro Flores

 

 

 

martes, 27 de diciembre de 2022

LUNA JOVEN: AL FRÍO DE LA INFLACIÓN

LUNA JOVEN: AL FRÍO DE LA INFLACIÓN: EL FRÍO DE LA INFLACIÓN Han vuelto los cotillones temáticos a los hoteles de la Costa del Sol, esa es la buena señal de de que nuestros ...

AL FRÍO DE LA INFLACIÓN

EL FRÍO DE LA INFLACIÓN

Han vuelto los cotillones temáticos a los hoteles de la Costa del Sol, esa es la buena señal de de que nuestros organismos no están en “cuerpo de jota”; desde que me ajetrearon con  las doce uvas, probando un sorbito de sidra “pal niño”, nunca he participado en esas jaurías de lentejuelas y pajaritas de las despedidas de año, hasta que me surgió la municipalesca idea, de recobrar en la Plaza de la Constitución el viejo jolgorio del descorche colectivo. Lo cierto es que me inclino al bostezo de decir adiós, antes de pamparme los escotitos y transparencias y el chachachá que impera.

Ayer nos empapó el mundo informativo, del cúmulo de medidas tomadas por el Gobierno, para abrigarnos ante la caló inflacionista. La verdad es que de discutir sobre las palabras del Rey, el mensaje de Pedro Sánchez viene de tómbola, premiando con bonitos regalos.

Como me ha dado por no inscribirme en los medios de pago por la red, uno es conservador de papelera. Cada vez que le daba a la lista de los alimentos básicos exentos de IVA, se me difuminaban las letras; pero amén de la costumbre de llamar pan al pan y al vino capricho, nuestro consumo de Ministro, más la Sanitaria, debieran haber establecido un plan de dieta alimenticia, para saber lo que es bueno. De todas maneras lo más básico está en nuestra cartilla de raciocinio en el banco de alimentos.

Aunque con mascarillas, vamos a poder lucirnos con el billete gratis de cercanías, porque los de largura no están en el guión de la miseria. Lo que al parecer no tiene arreglo es el descuento de combustible, es decir, entraremos en combustión cada vez que llenemos el tanque de gasolina. No sé si ello convoca de nuevo a los transportistas a abandonar de surtirnos, veremos la papeleta. Pero como la contaminación cuesta a la Sanidad madrileña, más de 200 millones en nuestras reparaciones de urgencia, invitarnos a andar y a coger el trole colectivo es la más sana de las disposiciones monclovitas.

Lo del cheque de 200 euros, miraré en la ONCE, para ver si tengo la pedrea; pero de lo ya es seguro es que a les puretas no suben el 8.5 por ciento, aunque nos  han birlado las telarañas en el año que corre con nuestras cuentas enrojecidas.

No sé si una bufanda o un pañolito al cuello, pero es que vestimos demasiado veraniegos para la fría inflación que nos sofoca.

Curro Flores

 

LUNA JOVEN: MI PREGÓN DE VERDIALES, PEÑA JUAN BREVA

LUNA JOVEN: MI PREGÓN DE VERDIALES, PEÑA JUAN BREVA: PREGÓN DE VERDIALES 2009,   DE LA PEÑA DE JUAN BREVA Queridos amigos y amigas de la Peña Juan Breva   Fiesteros y fiesteras, y aficion...

MI PREGÓN DE VERDIALES, PEÑA JUAN BREVA

PREGÓN DE VERDIALES 2009,  DE LA PEÑA DE JUAN BREVA

Queridos amigos y amigas de la Peña Juan Breva

 Fiesteros y fiesteras, y aficionados/as  a la Fiesta

Nuestros  amigos de la Peña Juan Breva, presididos  por  mi buen amigo Gonzalo Rojo, han querido que ocupe plaza de honor de pregonero de la cuarenta y una Semana de Verdiales. Esta  elección la parió la camaradería,  la amistad y el afecto que nos profesamos, no hay otro mérito.

En este lugar  tan singular de nuestra ciudad, donde se enseña que “escuchar es un arte”, trato de rendir culto, de un modo personal,  al más longevo de nuestros bienes culturales, no sé si sabré restituir lo mucho que me han dado en lo público y en lo privado los fiesteros y fiesteras, los verdiales.

De nacer dos veces o tres, cuánto haga falta, no me canso del mundo, quiero una infancia feraz  y saltarina en los Montes de Málaga, en partíos fiesteros, dónde la angustia de subir una trocha cargado  de  canasto de uvas  o un saquillo de almendras, dan  aliento, para llenar los ecos  montunos de alegría festiva: grandeza de alpargatas endurecidas  en el  barro, pana raída y tomizas de hilillos acomodadas a la cintura, para  que no se traben las vergüenzas.

A los niños de la hoya de Málaga de limo sucio, tierra  garrapiñada y casas desvencijadas, de olor a faena de arenques, les era difícil saber del horizonte más allá del “Monte Coronao”, de la matanza, del  lomo adobao, del pan cateto, del vino de los montes y  de los roscos de matalahúga.

Fueron los tantanes y chinchines de los panderos y platillos  de tontos y tragaeras (fiesteros que no pedían para las ánimas, sino para ellos mismos), que ya bajaron  de la Ermita de los Dolores, de Venta Alegre  hasta  la Venta del Túnel, por orden del señor alcalde de los sesenta, surcando su discurrir veredero tras los abanderaos, los alcaldes de las pandas y los reclamos de las caracolas, los que cada 28 de diciembre nos convocaban a la diversión que nos apicaraba y divertía  a los jóvenes al ritmo del pasado ignoto. 

El calendario lúdico de los sesenta y setenta del siglo pasado, más escueto que  el actual dónde al botellón le faltan días de la semana, tenía dos fechas llamativas para convocarnos a la comunidad jaranera: la primera el 28 de diciembre “día de los inocentes” a ritmos de nuestra fiesta de verdiales, y el sábado de gloria en el que a las 12 de la noche se abrían las discotecas encuaresmadas durante la Pasión y nos acogían  a trotar y desfogar con nuestras primeras turistas  torremolineras a ritmo de rock. Pasado y futuro de nuestro  buen solar al sol para la fiesta. Cultura de masas, masas en la cultura.

“Las escuelas municipales de verdiales intentan recuperar el folclore malagueño”, titular  animoso  de un periódico del 8 de junio, de 1986. Esta peña en el callejón del Picador, presidida por el añorado Alberto Cuevas, acordó con la autoridad municipal, promocionar  y potenciar la fiesta entre la juventud, por aquellos distritos dónde se habían  asentado las comunidades fiesteras. Ese fue el primer paso, algo ha llovido,  hoy podemos decir en calle Ramón Franquelo, con la nocturnidad que le es propia y sin alevosía, que José Gómez Santiago, presidente de las pandas verdialeras,  rige el destino de ocho de estas escuelas, que tienen 599 alumnos en 2009 y que el 28 de diciembre, siete nuevas pandas concursarán gracias a ellas, este es el resultado de lo que fuera aquella nuestra primera iniciativa en el Puerto de la Torre con Bernardo y su hermana.

La”riá” empezó a deslizarse mucho antes: lagares que desaparecían, ermitas derruidas, ventas obligadas a adecuar su negocio a los nuevos tiempos, casillas abandonadas, montes para soñar los montes a solas. Seres de la vida rural injertados  en la economía de la urbe. El mundo de la fiesta deslocalizado. La filoxera ya había secado la sangre vital de los Montes, nuestro vino, el goteo del insistente cantarillo del progreso se encargó del resto.

Hoy, ya es hoy de muchas maneras, pero la esencia que personas de excepción como el verdialero alcalde de alcaldes Antonio Fernández Povea, y los Enrique España, Rafael Santiago, Adolfo y tantos otros, nos supieron entregar y mostrar, su manera de sentir, sus modos de vida, su manera de emocionar y emocionarnos, sus lucidas formas musicales, fueron el arranque para un acercamiento participado y menos invasivo de lo que en esta época se hace con otras expresiones folclóricas.  

Quizás fue muy pretencioso llamarlo Escuela, dónde no había habido  más que transmisión oral, pero ni la uniformidad escolástica las ha invadido, como algunos creían, ni el muermo las ha cegado; esos lugares de transmisión fiestera, pueden presumir de jóvenes de ayer, jóvenes de hoy, niños  y niñas, que saben  armar la fiesta e interpretar el verdial con fuerza montuna, original viveza cateta y singularidad expresiva en sus modos interpretativos.

No imitan porque saben, emulan porque pueden, y respetan sobre todo el legado de sus mayores. Mañana que ya es hoy de “El Hombrecillo” y “El niño de Juan Moreno”

Aunque la bandera como tal ha estado expuesta alguna vez a las reyertas entre los mal avenidos, quienes la portan abanderadas y abanderados, nos han embelesado con gracia y donaire, jugando a la perdiz y la ardilla con ritmo endiablado, driblando los jarales: Candelaria, María Gracia y María José: os vi crecer, mientras vuestro padre, el inigualable Pepe Salazar, (alcalde Zeus), pavoneaba el aire con su vara para vuestro baile del Coto de las Tres Hermanas; las Tres Gracias  del Olimpo fiestero: festividad, belleza y júbilo.

Antaño en la Ermita, el pagado ermitaño, aprendió en su refugio a tocar la caracola y a decir aquí estoy. Dicen que vino del mar, despechado por el desamor de una sirena, allí conoció el concierto a son de  caracolas, desde entonces el santón a lo lejos,  decía “sueño con tu mar en la boca” y emitía un sonido de llanto amoroso que quebraba el alma. Esos besos lejanos enseñaron a la fiesta a decir “aquí estoy”, caminando por las olas de piedra,  anunciados por la voz de la caracola,  majestad y hechizo de todas las arquitecturas.

En el campo todo se vuelve saturnal; el rito para la fiesta es un volver y volver con los astros, un resucitar de la cosecha, calostro, miel, almendra, uva, aceituna;  vino y aceite para encender el alma y los candiles en la noche más noche. Mayordomo y alcaldes preparan en San Andrés, el solsticio de invierno, se ajustan las pandas para la larga cabalgata de los senderos musicales. Allí los  alcaldes de Raíces de Almogía, Jotrón y Lomilla, Los Montes, Santón Pitar, Majallana, las dos Comares, la del Puerto y hasta veintiséis se han juntado. Alcaldes dispuestos a la rifa, los juegos y al choque, con sus varillas ornadas coloreando el aire, ahora el paseíllo, la voz del fandango, la bandera, el trenzaillo, orden de revezo y rengue, armonía para la fiesta, y unas cuantas moneas para andurrear los caminos. Alcaldesa, la Melliza que por derecho levantas una panda de mujeres, y hacéis bailar a los hombres al son que se merecen. Alcaldes Povea, Raicero, Caliche, Calderón, Rafael por las eternas trochas del recuerdo.

Una melodía cercana, frágil y suspirada me trae al galán del trino. Paco Maroto, ha sabido juntar en su violín y en su voz los cantos de todas las galaxias  de pajarillos que pueblan las ramas de Comares. Y Pepito Molina desde niño y tan don José por su saber y compromiso,  ha movido con sus notas violineras los remolinos de arte más altos de nuestra geografía, el baile de “la Vito”. Caja de música de Santo Pitar.

Paseillo dulce de Juan Manuel del Pozo y Paco hasta acercarse a los truenos que anuncian una Feria de Tronío.

Su pergamino lunar con sonajeras, le sirve al Sardina para despertar a compás el Universo, mientras las caricias del Luiso hicieron mecerse a los luceros. Panderos grandes en los Montes, por si la luna se tapa entre montañas y nubes, decir que nunca nos falta.

Ese vino moscatel de sol consumado, pisado a son de fiestas, se brindó por todos los confines  al  ritmo de  los chinchines animosos de platillos, como saben percutirlos  El Negocio, que hizo el Zorro antes que Antonio Banderas  y Víctor Luque.

Dos rasgueos sencillos por uno doble y hoy somos cuatro en la noche de San Juan, frente al crepitar de la hoguera, madera de palo santo,  moradas de mil chicharras a compás con el pandero.  Laúdes, bandurrias y guitarras de las estirpes moriscas que coronaron la sierra con su desgranar sonoro, que distinguen el sabor comareño.

Se ajustan las castañuelas son de lo alto de un cerro apontocado en las nubes, su Comares,  por la sutil elegancia de sus giros, por la discreta pasión de sus miradas,  deslindan un gesto de nobleza, purificado en la herencia del sacrificio a las diosas madres en los iniciáticos templos de la fiesta axarquica.

Adornado para  la voz del verdial el barranco de las adelfas, sacaba la hondura del fandango de Dolores Gámez (Lolilla), marcada por las cuerdas del violín de Pepillo Meina. Dicen que María Fernández, cantaora inigualable, hacía todas las corales que necesitan los ecos de los montes, para cantar la fiesta a cuatro vientos.

Este serpentear harmonioso y vibrante se atesoró en la geografía fiestera, ajeno al otro muro, como bien dice José Luque, sabio conciliario de esta casa, “por lo copioso de su acompañamiento, evolucionando poco, conservando su naturaleza primitiva, de una rudeza y autenticidad impresionantes”. Hoy dónde eran siete, son quince los fiesteros, el rugir de la invención hace tiempo que ha  elevado el diapasón de los sonidos.

La buena nueva: Los verdiales serán el primer bien inmaterial declarado de interés cultural por la Junta de Andalucía. Los fiesteros han conseguido el merecido lugar de preferencia, el excepcional creador y estudioso, el amigo Miguel Romero Esteo, han situado el rito en los años míticos del nacimiento de Europa.

La inabarcable historia de los verdiales: la falta de certezas  científicas ante una tradición oral que se pierde en los siglos, abre puertas para que la especulación, delirio y dogma hayan hecho amistad y más que sembrar sanas dudas y curiosidad, enturbian el discurrir natural y cabal que debe tener la historia fiestera. Queda mucha investigación profesional por hacer, para llegar al principio, mucha para conocer el transcurrir en el tiempo, y sobran aproximaciones y acertajones. Mientras llega todo eso, sigamos viéndonos como depositarios de una fiesta ancestral, y a los fiesteros como los seres capaces de meternos en ese túnel del tiempo, con emociones de hoy.

Eran los días de ese puente festivo de ingeniería impar, que los guasones llaman de la Inmaculada Constitución, cuando mis amigos Alfonso Queipo y Ängel Luis Cañete, sabedores del trance que asumía esta noche, me citaron en los montes  para emborrizarme de fiesta. Cogí mi coche a solas, y lo metí por las cuesta de Olías, la noche iba llegando estrellada y lunera, pero poco a poco una bruma de las que despiertan el más allá, se mecía entre Venta Cardenas y Venta Galvey, temeroso y con las luces largas más cortas que nunca, paré el coche en el punto de la casilla de tres caminos, a esperar para no desbarrancarme.

¡Uo!, oí varias veces a los lejos, tras ello un graznido severo, un sinfín de caracolas con largos toques parecían hablarse, ¡uo!, de nuevo, y el graznido irritado. De allá para acá y por todos los caminos, sones de raveles, violines, laúdes, crótalos, panderos, guitarras, sonajas, zambombas, maderas, piedras que chocaban, voces de otras lenguas, letras más cercanas.

Y de entre la niebla, mujeres y hombres, unos con la piel de chivo, otros con las blancas calzas, morabitos, ermitaños, guerreros para la danza, vestales y odaliscas, campesinas maternales, genios de pana y chaleco; los más tocados con sus guirnaldas de flores, con sus gorras los calderones y los sombreros de tontos con sus penachos de sol y primavera, y las cintas multicolor que como el arco iris vuelan por el viento tras una lluvia con sol para lucirse. Me siento rodeado e impulsado por sus ritmos a proseguir sus caminos entre el pavor y el abandono, caminamos, por trochas y veredas, entre las ricas vides, y el olor de romero, hasta el punto del inmenso alcornoque, donde el búho cantor nos había convocado con su ¡Uo!. Allí se sintió la fiesta en todas sus inmensidades frente al patriarca emplumado en la descomunal rama, con su cara de mago, con su inmensa mirada, intacta de todo lo visto.

Un gesto seguro de alcalde de alcaldes paró la música, los danzantes se estátuan al rengue, y el viejo  e inmenso búho real baja y con el pico desprende una gran lámina de corcho, del tronco que exhibe a las ánimas, en su superficie con rasgos de escritura, con huesos de frutos de acebuche, palillos de pasa, intuí la escritura  de la primera partitura que atesora lo más grande y profundo de lo bello, la música. Algo me decía que el destino me había llevado a la conmemoración del nacimiento de la música entre los Montes de Málaga.

Como todas las quimeras  desaparecen sin dejar rastro, la bruma se alejó, la luna de nuevo, las estrellas fugaces Alfonso y Ángel por el sendero preocupados me encuentran, y yo con mi silencio seguí la fiesta sintiendo lo eterno.

Amigas y amigos, les pido que no busquen el alcornoque, porque ya todo lo he vagado  y todos los  troncos están pelados de color rojo, y si escuchan un búho a lo lejos, ni siquiera le pregunten cuándo nació la música.

 Menos mal que si, al “principio era el Verbo”, para el final tenemos una panda que nos salve. Verdiales para halcones y las palomas del parque.

Muchas gracias.

 

 

Málaga, 19 de diciembre, 2009