LOS OKUPAS NO TEMEN A
LOS VIKINGOS
Con más atención que
acierto, me gusta pasear mi vista por el periódico que se entrega gratuitamente
a la comunidad foránea SUR IN ENGLISH, me gusta ver su elección de las noticias
semanales, los reportajes especiales, dedicados a residentes y a aves de paso.
Esta semana abren página por la grave preocupación
nacida en los propietarios nórdicos de sus segundas viviendas en la Costa del Sol,
que cuando vuelven de sus países después
de las restricciones de la pandemia, se encuentran sus viviendas tomadas al
asalto por unos okupas.
Los agentes inmobiliarios
del sector, han dado la voz de alarma, al conocer de un extenso reportaje de las
televisiones escandinavas denunciando los hechos, y dando voz a algunos de los
afectados, por el grado de inconvenientes que tienen para recuperar sus casas
después del sorpresón. Deben estar tranquilos los de las urbanizaciones de
lujo, porque ahí seguridad tienen hasta los ratones, y por más recomendación a
los de viviendas aisladas se le dice que hay alarmas baratitas, conectables a
compañías de seguridad. Los que no da nadie un euro por ellos, son de esos que
tienen casoplones ilegales, y no pueden enseñar los papeles ni del ficus.
La verdad que los asaltos
a viviendas por los okupas, no era algo conocido por los nórdicos desde Erik el
Vikingo, sus políticas sociales y su capacidad impositiva dan para que los
derechos elementales de las personas como el de tener una vivienda, se
conviertan en derechos fundamentales por sus políticas sociales.
Aquí sin en cambio
vivimos la paranoia de 40 ocupaciones diarias, que si el propietario no la descubre
antes de las 48 horas, puede vivir el calvario judicial de al menos seis meses
para poder recuperar su vivienda judicialmente, más los gastos, porque los
okupantes se entiende que están a dos velas.
No está el horno para
bollos, con la cartera de los ERTES, el salario mínimo social, las ayudas a las
empresas, y lo que te rondaré moreno con el maremoto económico; pero amén de
venderles el parque de viviendas sociales a los saqueadores de los fondos de
inversión de turno, modelo PP, la política de vivienda merece más de una
sentada del ministro Ávalos, sus correspondientes del desfile autonómico, pero
fundamentalmente los ayuntamientos que son los que en definitiva reciben las
colas de las demandas. Mejor remedio no encuentro, para que los “frugales” no
monten otro cirio.
Curro Flores