domingo, 20 de diciembre de 2020

MI PREGÓN DE VERDIALES, PARA LA PEÑA JUAN BREVA

PREGÓN DE VERDIALES 2009,  DE LA PEÑA DE JUAN BREVA

Queridos amigos y amigas de la Peña Juan Breva

 Fiesteros y fiesteras, y aficionados/as  a la Fiesta

Nuestros  amigos de la Peña Juan Breva, presididos  por  mi buen amigo Gonzalo Rojo, han querido que ocupe plaza de honor de pregonero de la cuarenta y una Semana de Verdiales. Esta  elección la parió la camaradería,  la amistad y el afecto que nos profesamos, no hay otro mérito.

En este lugar  tan singular de nuestra ciudad, donde se enseña que “escuchar es un arte”, trato de rendir culto, de un modo personal,  al más longevo de nuestros bienes culturales, no sé si sabré restituir lo mucho que me han dado en lo público y en lo privado los fiesteros y fiesteras, los verdiales.

De nacer dos veces o tres, cuánto haga falta, no me canso del mundo, quiero una infancia feraz  y saltarina en los Montes de Málaga, en partíos fiesteros, dónde la angustia de subir una trocha cargado  de  canasto de uvas  o un saquillo de almendras, dan  aliento, para llenar los ecos  montunos de alegría festiva: grandeza de alpargatas endurecidas  en el  barro, pana raída y tomizas de hilillos acomodadas a la cintura, para  que no se traben las vergüenzas.

A los niños de la hoya de Málaga de limo sucio, tierra  garrapiñada y casas desvencijadas, de olor a faena de arenques, les era difícil saber del horizonte más allá del “Monte Coronao”, de la matanza, del  lomo adobao, del pan cateto, del vino de los montes y  de los roscos de matalahúga.

Fueron los tantanes y chinchines de los panderos y platillos  de tontos y tragaeras (fiesteros que no pedían para las ánimas, sino para ellos mismos), que ya bajaron  de la Ermita de los Dolores, de Venta Alegre  hasta  la Venta del Tunel, por orden del señor alcalde de los sesenta, surcando su discurrir veredero tras los abanderaos, los alcaldes de las pandas y los reclamos de las caracolas, los que cada 28 de diciembre nos convocaban a la diversión que nos apicaraba y divertía  a los jóvenes al ritmo del pasado ignoto. 

El calendario lúdico de los sesenta y setenta del siglo pasado, más escueto que  el actual dónde al botellón le faltan días de la semana, tenía dos fechas llamativas para convocarnos a la comunidad jaranera: la primera el 28 de diciembre “día de los inocentes” a ritmos de nuestra fiesta de verdiales, y el sábado de gloria en el que a las 12 de la noche se abrían las discotecas encuaresmadas durante la Pasión y nos acogían  a trotar y desfogar con nuestras primeras turistas  torremolineras a ritmo de rock. Pasado y futuro de nuestro  buen solar al sol para la fiesta. Cultura de masas, masas en la cultura.

“Las escuelas municipales de verdiales intentan recuperar el folclore malagueño”, titular  animoso  de un periódico del 8 de junio, de 1986. Esta peña en el callejón del Picador, presidida por el añorado Alberto Cuevas, acordó con la autoridad municipal, promocionar  y potenciar la fiesta entre la juventud, por aquellos distritos dónde se habían  asentado las comunidades fiesteras. Ese fue el primer paso, algo ha llovido,  hoy podemos decir en calle Ramón Franquelo, con la nocturnidad que le es propia y sin alevosía, que José Gómez Santiago, presidente de las pandas verdialeras,  rige el destino de ocho de estas escuelas, que tienen 599 alumnos en 2009 y que el 28 de diciembre, siete nuevas pandas concursarán gracias a ellas, este es el resultado de lo que fuera aquella nuestra primera iniciativa en el Puerto de la Torre con Bernardo y su hermana.

La”riá” empezó a deslizarse mucho antes: lagares que desaparecían, ermitas derruídas, ventas obligadas a adecuar su negocio a los nuevos tiempos, casillas abandonadas, montes para soñar los montes a solas. Seres de la vida rural injertados  en la economía de la urbe. El mundo de la fiesta deslocalizado. La filoxera ya había secado la sangre vital de los Montes, nuestro vino, el goteo del insistente cantarillo del progreso se encargó del resto.

Hoy, ya es hoy de muchas maneras, pero la esencia que personas de excepción como el verdialero alcalde de alcaldes Antonio Fernández Povea, y los Enrique España, Rafael Santiago, Adolfo y tantos otros, nos supieron entregar y mostrar, su manera de sentir, sus modos de vida, su manera de emocionar y emocionarnos, sus lucidas formas musicales, fueron el arranque para un acercamiento participado y menos invasivo de lo que en esta época se hace con otras expresiones folclóricas.  

Quizás fue muy pretencioso llamarlo Escuela, dónde no había habido  más que transmisión oral, pero ni la uniformidad escolástica las ha invadido, como algunos creían, ni el muermo las ha cegado; esos lugares de transmisión fiestera, pueden presumir de jóvenes de ayer, jóvenes de hoy, niños  y niñas, que saben  armar la fiesta e interpretar el verdial con fuerza montuna, original viveza cateta y singularidad expresiva en sus modos interpretativos.

No imitan porque saben, emulan porque pueden, y respetan sobre todo el legado de sus mayores. Mañana que ya es hoy de “El Hombrecillo” y “El niño de Juan Moreno”

Aunque la bandera como tal ha estado expuesta alguna vez a las reyertas entre los mal avenidos, quienes la portan abanderadas y abanderados, nos han embelesado con gracia y donaire, jugando a la perdiz y la ardilla con ritmo endiablado, driblando los jarales: Candelaria, María Gracia y María José: os vi crecer, mientras vuestro padre, el inigualable Pepe Salazar, (alcalde Zeus), pavoneaba el aire con su vara para vuestro baile del Coto de las Tres Hermanas; las Tres Gracias  del Olimpo fiestero: festividad, belleza y júbilo.

Antaño en la Ermita, el pagado ermitaño, aprendió en su refugio a tocar la caracola y a decir aquí estoy. Dicen que vino del mar, despechado por el desamor de una sirena, allí conoció el concierto a son de  caracolas, desde entonces el santón a lo lejos,  decía “sueño con tu mar en la boca” y emitía un sonido de llanto amoroso que quebraba el alma. Esos besos lejanos enseñaron a la fiesta a decir “aquí estoy”, caminando por las olas de piedra,  anunciados por la voz de la caracola,  majestad y hechizo de todas las arquitecturas.

En el campo todo se vuelve saturnal; el rito para la fiesta es un volver y volver con los astros, un resucitar de la cosecha, calostro, miel, almendra, uva, aceituna;  vino y aceite para encender el alma y los candiles en la noche más noche. Mayordomo y alcaldes preparan en San Andrés, el solsticio de invierno, se ajustan las pandas para la larga cabalgata de los senderos musicales. Allí los  alcaldes de Raíces de Almogía, Jotrón y Lomilla, Los Montes, Santón Pitar, Majallana, las dos Comares, la del Puerto y hasta veintiséis se han juntado. Alcaldes dispuestos a la rifa, los juegos y al choque, con sus varillas ornadas coloreando el aire, ahora el paseíllo, la voz del fandango, la bandera, el trenzaillo, orden de revezo y rengue, armonía para la fiesta, y unas cuantas moneas para andurrear los caminos. Alcaldesa, la Melliza que por derecho levantas una panda de mujeres, y hacéis bailar a los hombres al son que se merecen. Alcaldes Povea, Raicero, Caliche, Calderón, Rafael por las eternas trochas del recuerdo.

Una melodía cercana, frágil y suspirada me trae al galán del trino. Paco Maroto, ha sabido juntar en su violín y en su voz los cantos de todas las galaxias  de pajarillos que pueblan las ramas de Comares. Y Pepito Molina desde niño y tan don José por su saber y compromiso,  ha movido con sus notas violineras los remolinos de arte más altos de nuestra geografía, el baile de “la Vito”. Caja de música de Santo Pitar.

Paseillo dulce de Juan Manuel del Pozo y Paco hasta acercarse a los truenos que anuncian una Feria de Tronío.

Su pergamino lunar con sonajeras, le sirve al Sardina para despertar a compás el Universo, mientras las caricias del Luiso hicieron mecerce a los luceros. Panderos grandes en los Montes, por si la luna se tapa entre montañas y nubes, decir que nunca nos falta.

Ese vino moscatel de sol consumado, pisado a son de fiestas, se brindó por todos los confines  al  ritmo de  los chinchines animosos de platillos, como saben percutirlos  El Negocio, que hizo el Zorro antes que Antonio Banderas  y Victor Luque.

Dos rasgueos sencillos por uno doble y hoy somos cuatro en la noche de San Juan, frente al crepitar de la hoguera, madera de palo santo,  moradas de mil chicharras a compás con el pandero.  Laúdes, bandurrias y guitarras de las estirpes moriscas que coronaron la sierra con su desgranar sonoro, que distinguen el sabor comareño.

Se ajustan las castañuelas son de lo alto de un cerro apontocado en las nubes, su Comares,  por la sutil elegancia de sus giros, por la discreta pasión de sus miradas,  deslindan un gesto de nobleza, purificado en la herencia del sacrificio a las diosas madres en los iniciáticos templos de la fiesta axarquica.

Adornado para  la voz del verdial el barranco de las adelfas, sacaba la hondura del fandango de Dolores Gámez (Lolilla), marcada por las cuerdas del violín de Pepillo Meina. Dicen que María Fernández, cantaora inigualable, hacía todas las corales que necesitan los ecos de los montes, para cantar la fiesta a cuatro vientos.

Este serpentear harmonioso y vibrante se atesoró en la geografía fiestera, ajeno al otro muro, como bien dice José Luque, sabio conciliario de esta casa, “por lo copioso de su acompañamiento, evolucionando poco, conservando su naturaleza primitiva, de una rudeza y autenticidad impresionantes”. Hoy dónde eran siete, son quince los fiesteros, el rugir de la invención hace tiempo que ha  elevado el diapasón de los sonidos.

La buena nueva: Los verdiales serán el primer bien inmaterial declarado de interés cultural por la Junta de Andalucía. Los fiesteros han conseguido el merecido lugar de preferencia, el excepcional creador y estudioso, el amigo Miguel Romero Esteo, han situado el rito en los años míticos del nacimiento de Europa.

La inabarcable historia de los verdiales: la falta de certezas  científicas ante una tradición oral que se pierde en los siglos, abre puertas para que la especulación, delirio y dogma hayan hecho amistad y más que sembrar sanas dudas y curiosidad, enturbian el discurrir natural y cabal que debe tener la historia fiestera. Queda mucha investigación profesional por hacer, para llegar al principio, mucha para conocer el transcurrir en el tiempo, y sobran aproximaciones y acertajones. Mientras llega todo eso, sigamos viéndonos como depositarios de una fiesta ancestral, y a los fiesteros como los seres capaces de meternos en ese túnel del tiempo, con emociones de hoy.

Eran los días de ese puente festivo de ingeniería impar, que los guasones llaman de la Inmaculada Constitución, cuando mis amigos Alfonso Queipo y Ängel Luis Cañete, sabedores del trance que asumía esta noche, me citaron en los montes  para emborrizarme de fiesta. Cogí mi coche a solas, y lo metí por las cuesta de Olías, la noche iba llegando estrellada y lunera, pero poco a poco una bruma de las que despiertan el más allá, se mecía entre Venta Cardenas y Venta Galvey, temeroso y con las luces largas más cortas que nunca, paré el coche en el punto de la casilla de tres caminos, a esperar para no desbarrancarme.

¡Uo!, oí varias veces a los lejos, tras ello un graznido severo, un sinfín de caracolas con largos toques parecían hablarse, ¡uo!, de nuevo, y el graznido irritado. De allá para acá y por todos los caminos, sones de raveles, violines, laúdes, crótalos, panderos, guitarras, sonajas, zambombas, maderas, piedras que chocaban, voces de otras lenguas, letras más cercanas.

Y de entre la niebla, mujeres y hombres, unos con la piel de chivo, otros con las blancas calzas, morabitos, ermitaños, guerreros para la danza, vestales y odaliscas, campesinas maternales, genios de pana y chaleco; los más tocados con sus guirnaldas de flores, con sus gorras los calderones y los sombreros de tontos con sus penachos de sol y primavera, y las cintas multicolor que como el arco iris vuelan por el viento tras una lluvia con sol para lucirse. Me siento rodeado e impulsado por sus ritmos a proseguir sus caminos entre el pavor y el abandono, caminamos, por trochas y veredas, entre las ricas vides, y el olor de romero, hasta el punto del inmenso alcornoque, donde el búho cantor nos había convocado con su ¡Uo!. Allí se sintió la fiesta en todas sus inmensidades frente al patriarca emplumado en la descomunal rama, con su cara de mago, con su inmensa mirada, intacta de todo lo visto.

Un gesto seguro de alcalde de alcades paró la música, los danzantes se estátuan al rengue, y el viejo  e inmenso búho real baja y con el pico desprende una gran lámina de corcho, del tronco que exhibe a las ánimas, en su superficie con rasgos de escritura, con huesos de frutos de acebuche, palillos de pasa, intuí la escritura  de la primera partitura que atesora lo más grande y profundo de lo bello, la música. Algo me decía que el destino me había llevado a la conmemoración del nacimiento de la música entre los Montes de Málaga.

Como todas las quimeras  desaparecen sin dejar rastro, la bruma se alejó, la luna de nuevo, las estrellas fugaces Alfonso y Angel por el sendero preocupados me encuentran, y yo con mi silencio seguí la fiesta sintiendo lo eterno.

Amigas y amigos, les pido que no busquen el alcornoque, porque ya todo lo he vagado  y todos los  troncos están pelados de color rojo, y si escuchan un búho a lo lejos, ni siquiera le pregunten cuándo nació la música.

 Menos mal que si, al “principio era el Verbo”, para el final tenemos una panda que nos salve. Verdiales para halcones y las palomas del parque.

Muchas gracias.

 

 

Málaga, 19 de diciembre, 2009

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 15 de diciembre de 2020

EL DEMÉRITO SEÑOR DE MEIRÁS

EL DEMÉRITO SEÑOR DE MEIRÁS

Entre  ruido  de la Singer y apuntar el hilo se enhebraban las conversas, y ahí tomaba vida un personaje que “cucheaba” en la revista Hola desde pequeño, Francis Franco. Como yo también atendía en la infancia por Francis, se me hizo el personaje simpático, quizás tan real como Tintín, el Cosaco Verde, o Zipi y Zape, por eso que siempre estaba en el montón de los releídos. El tiempo articuló mi conciencia, y el niño F. Franco, fue tachado sin más de mis recuerdos.

El traslado de los restos de su abuelo, dio vuelo el personaje, devota tradición y linaje, por otra parte bastante lógica, en su encastado sentido de la herencia. Y, por último, a la vista del cumplimiento de la sentencia, por la que el pueblo español ha recuperado el Pazo de Meirás, los herederos de Franco  no pudieron repletar los camiones de mudanzas, del contenido de la residencia veraniega del NODO, hasta que se dilucide por la autoridad competente, las pertenencias de propiedad pública.

Inmediatamente, el actual Señor de Meirás, en distintos medios, ha señalado que su familia está siendo víctima de una campaña de desprestigio típica de la izquierda, para que el gobierno comunista tenga todas las armas a favor del expolio de sus bienes. Amén de la imponente chifladura, está la catadura intelectual y moral, de una persona que a estas alturas de conocimiento de la ignominiosa figura de su abuelo, podía ser más que un recatado y ajustarse a la legalidad constitucional.

De las falsedades y crímenes que en nombre de una cruzada inmisericorde esgrimió y cometió el franquismo, para que el nieto quiera darle el entorchado de las mentiras a la izquierda, vaya criterio. Por otra parte, documentado queda por el historiador catedrático Ángel Viñas y otros, el enorme patrimonio acumulado, ya, desde los primeros días del golpe del 18 de julio, la fortuna de los franco creció, y se ha datado  un patrimonio acumulado de 500 millones de euros al final de la dictadura, más los que se tienen que contar, sin que los ingresos oficiales del desinteresado Dictador en 40 años dieran para tanto.

De aquellos años de lecturas, guardo una conversación, de personas de servicio de la esposa de un gobernador civil de Málaga, quién al parecer había comprado dos pavos reales de plata para adornar la mesa, con motivo de la visita a Málaga de doña Carmen Polo, se enamoró tanto de los pavos la esposa del Generalísimo, que no tuvieron más remedio que empaquetárselos, para su patrimonio de estado particular.

No sabemos cuánto de lo incautado por Franco estará en el expolio, pero hay que dar por perdido lo vendido y lo subastado por la familia. Estoy convencido que de no usar la benevolencia de la Transición, dado el ansia de títulos nobiliarios que Francis Franco tiene, como creo que está a decaer el del señorío de Meirás, algunos han propuesto que le concedan el de señorío de la charca del “Sapo iscariote y ladrón”, como llamó el poeta León Felipe a su abuelo.

Curro Flores

 

 

 

 

sábado, 12 de diciembre de 2020

LOS FONDOS EUROPEOS Y EL DESAFECTO DE CASADO

LOS FONDOS EUROPEOS Y EL DESAFECTO DE CASADO

Ni un renglón de bits creía necesarios para celebrar el acuerdo presupuestario europeo con los fondos de recuperación, sin embargo el líder del PP, Pablo Casado, en un corte informativo amén de felicitarse, pone todo el peso de la consonancia final al esfuerzo de los populares europeos y hace un mutis por el foro a la hora de señalar el trabajo de Pedro Sánchez, por otra parte normal, ya que pertenece a la escuela de Aznar, que llamó a Felipe González “pedigüeño” tras el histórico Tratado de Maastricht, dónde hasta los pingüinos  saben del papel protagonista que tuvo. Menuda escuela.

Pero como no hace tantos años, el mes de marzo del corriente 2020, en pleno confinamiento empezó esta historia de los fondos de recuperación, con un excepcional encontronazo en el Consejo Europeo, casi se sobrepasaron las formas de calculada diplomacia “bruselesca”, entre el presidente español y el holandés, contrario a dichos fondos. Mucha leña informativa recibió Sánchez por la defensa de las ayudas, representando con sus palabras a los países más afectados por el virus: Francia, Italia y España. Ese episodio primero, el día 28 de marzo, La Vanguardia lo tituló: “El día que Sánchez y Conte se plantaron…”.

En plena refriega entre los halcones del norte, los llamados “frugales” y los países del sur de Europa, el 12 de junio un medio español destaca: “El PP (español) se alía con los halcones para pedir férreos controles con las ayudas”; más pedruscos en los zapatos en el camino que recorre España, papelazo de su portavoz Dolors Monserrat.

ABC el 13 de julio abría página: “Varapalo de Holanda a Sánchez: el primer ministro holandés, Mark Lutte, dice a Sánchez que encuentre una solución en España para la crisis económica provocada por el covid-19”. Parece que el señalado periódico de la derecha disfrutaba por este hecho y los de Genova jugando a los barquitos, más bien entretenidos en escabullirse de los efectos judiciales del caso Gürtel.

El camino ha sido largo y difícil, por fin se han desbloqueado las negativas de Hungría y Polonia, y se podrán disponer de las cantidades asignadas a cada país, protagonistas, todos sin exclusión los que apoyan sin fisura  los presupuestos, como es obvio hay que señalar a la presidenta de turno Angela Merkel y a los que han luchado con denuedo por obtenerlos. Aunque no quiero pasar un bit sin señalar el papel del BCE con la señora Lagarde al frente, que ha elegido el camino trazado en la Reserva Federal estadounidense por Janet Yellen, consiguiendo que con la compra de la deuda, ahora la famosa prima de riesgo a España nos salga a favor.

Estos equilibrios presupuestarios y compra de bonos, tienen su aquel finito, ahora nos corresponde al gobierno, agentes sociales, autonomías, empresas y trabajadores, demostrar hasta dónde somos capaces de aprovechar este colchón europeo para equilibrar de nuevo nuestro crecimiento económico y social.

Curro Flores

 

 

 

 

martes, 8 de diciembre de 2020

5 FINQUES PERELADA

5 finques  Perelada

Nos conocimos hace años a través de mi amigo Yuri. Sergei y Katia son una pareja agradable que pasa parte de su verano en Nerja, en una casa con encanto, atalaya de horizontes mediterráneos. Todos teníamos una pasión extrema la música, Yuri, magnífico percusionista que atraje de Rusia para la Sinfónica de Málaga, y que alternaba los timbales con sus excepcionales composiciones. Sergei se ocupó bastante tiempo de la mejor gestión orquestal rusa, entre otras miles de cosa, que solo conocen las élites rusas.

Recuerdo la fecha de nuestro primer encuentro en las Cuevas de Nerja, 22 de julio del 2004. María Joao Pires y Ricardo Franco, concierto de piano a cuatro manos, saludos en el bar en los prolegómenos, y quedamos a tomar un refrigerio, tras la interpretación. Al final, todavía extasiados, conseguimos con dificultad una mesa en el restaurante, brindamos por la música. La Pires y Franco habían dejado un recuerdo imborrable, dónde la levedad de las manos de la interprete portuguesa, transformó el arcano de la Cueva en un sueño sonoro.

Nuestros esporádicos encuentros, cargados de charlas intensas de música, política y del para acá y para allá de nuestras respectivas vidas, derivaron en una cita anual en Nerja, en aquella terraza frente al mar, de fragancia marina y eternas oquedades.

Nuestros amigos rusos acababan de llegar del Festival de Perelada, dónde tuvieron la suerte de asistir al recital de Jonas Kaufmann, en los jardines del Castillo de Tolón, nominación del siglo IX. La conversación fue sobre nuestra admiración sobre el tenor alemán, que ostenta el liderazgo de los tenores actuales, gracias a su natural voz oscura y varonil, y sus grandes facultades interpretativas.

No faltó antes de la cena, un brindis con vodka y una medida ración de caviar, ya que en estos tiempos en Rusia ese majar es prohibitivo. Venían subyugados por Kaufmann, pero no faltaron las alusiones al ambiente del Castillo, y a la exquisita cena en el restaurante del Castell, dónde conocieron por primera vez la sorpresa de la que nos hicieron participe.

Katia nos advirtió que para la ocasión había preparado una cena rusa, con exquisito mimo estaban preparados los palmenis, los pirozki, los filetes rusos, y no faltaron la suculenta sopa rusa de remolacha Borsh, y un final de bifé Stroganoff. Todos los platos regados con una sorpresa del Ampordan, 5 finques  Perelada, la gran sorpresa que trajeron para compartir en una noche llena de admiraciones y amistad, mientras nos prometíamos ir juntos a Perelada, al recital del amigo y paisano, el venerado barítono Carlos Álvarez.

5 finques Perelada, añada de 2009, premiada con la Medaille d´Orr en el Challenge International du Vine (2014) ¡Es el vino! Los catadores nos verían del espacio vital de las cuidadas cinco fincas de la bodega, de las laderas de pizarra, las llanuras de arena, el limo y arcilla, sedimentos de origen fluvial. Conoceremos de los porcentajes juiciosos de las mejores garnachas, cabernet sauvignon, syrah, merlot, ull de llebre, samsó y cabernet franc. De barrica  a botella bordalesa, el tiempo y el mimo, de una partitura baconiana. 5 finques Perelada, interpreta al vino, como Pires, Kaufmann, Álvarez la música, con el don de los elegidos, dónde lo más complejo aparece con la sutileza espiritual de lo inolvidabe.

Francisco Flores