El
coronavirus en los móviles
El
Mobile World Congress, el Congreso Mundial de Móviles se aplazó por el miedo al
covid-19, la hojarasca de información de aquellos días destacaron la fuga
preventiva de las compañías de telefonía, pero no nos dejaron ver la más cruda
verdad que se avecinaba. Si se tuviera la pericia de los expertos en la
investigación de delitos, con seguir la pista de la pasta se podría haber
dispuesto de un diagnóstico más precoz que aprender a lavarnos las manos por la
tele, o esperar que bajará de la montaña de la Organización Mundial de la Salud
el oráculo ginebrino de su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Como las
empresas multinacionales son un lobby
para el hombre, sería pensar bien un poco mal, que esos días previos a la
suspensión del Congreso, los espías que surgieron de los tetrabytes habían
indagado suficientes testimonios de las cercanías de organizaciones
internacionales y nacionales, expertos investigadores etc., que advirtieron
severamente a los dueños de sus negocios, que este año no podían presumir en el
“febrerillo loco” barcelonés con sus conectores 5G y sus plegables de bolsillo,
por el miedo de que el coronavirus los dejaran conectados con la parca-19.
La
dictadura comunista china nos enseñó como se reprimía terriblemente a los
ciudadanos de Wuhan para confinarlos en prime-time, al pangolín que poco caso
le hacían en los documentales de animales chupo cámara, y vimos como se
construían hospitales de campaña en menos tiempo que te pica un mosquito.
La
suspensión del Congreso de telefonía y las imágenes de la dictadura China, creo
que debieron de ser elementos suficientes para que todo el orbe tomaran las
medidas preventivas, más que la saliva que gastaron los líderes mundiales en
demostrar lo encantados que estaban en haberse conocido, y ahora no les llega
la camisa al cuerpo.
Nosotros
en España estamos en lo que estamos, garrotazos van y vienen, y aunque
Merkel nos ha dado vida, y como Helmut Kohl posibilitó el Tratado de Maastricht, siempre
aparece la tabla de salvación europea de la más ejemplar Alemania. Pero con la
que se avecina y con el flotador que vamos a recibir, me da miedo que por hacer
una sana practica humanitaria del salario social, paguemos en exceso a los
free-lance de las quedadas y el botellón. Expertos tienen los gobiernos para
asesorar en las medidas de ayudas a las familias y personas que viven en el
umbral de la pobreza, pero creo en el deber de buscar y encontrar trabajo, y
más creo en el deber de los gobernantes de perseguir la economía gris, por el
deber de hacer patria de verdad, y que para nada creo que reprima esta nómina
social, sino a un trabajo de persecución infatigable.
Sé
que los ayuntamientos van a tener mucha tarea, pero frente a tirios y troyanos
creo que coordinados con el gobierno y las autonomías quién debe ser gestionar
el ingreso vital son las entidades locales que son los que mejores conocen el
patio.
Curro
Flores
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