El
poder de un tránsfuga
Conocíamos
ayer en medio de la tragedia, que el edil malagueño Juan Cassá abandonaba la
formación Ciudadanos por la que fuera elegido en las pasadas elecciones
municipales. Su transfuguismo inmediatamente ha hecho saltar las alarmas, sobre
la alarma general en la Casona del Parque, y ha abierto el campo de las
especulaciones periodísticas, empañando más de algunas mascarillas de los
conspiradores de oficio, porque un voto de censura pudiera quitarle el bastón
de mando a Francisco de la Torre.
Conozco
poco al señor Cassá, las cosas de los medios de comunicación, y la oportunidad
que tuve de estar con él de contertulio en un debate en una televisión local.
Me resultó un persona amable, y sus intervenciones las hacía con cuidada
moderación, aunque su insistencia por ponerse él y su partido en el centro de
todo, me hizo recordar una clase de geometría de los años colegiales, porque
entre tantas andanadas que nos dábamos, el se colocaba como el punto
fantasmagórico del centro de la circunferencia. El hermano Abilio siempre
chistoso, mientras nos mantenía en inviernos apavados y subiéndonos los
marineros las velas, nos hablaba con gracejo del “teorema del punto gordo”,
partiendo de un puntito de tiza y ampliándolo a un circular borrón, nos demostraba
que cuanto más gordo fuera el punto más líneas pasaban sobre él. Así que no lo
expresé, pero me pareció que el Sr. Cassá con su centrismo era uno de los
dignos representantes de la teoría más puntillosa.
Al
señor tránsfuga, Ciudadanos desde las últimas elecciones lo tenía descentrado,
aunque no se sabe quién lo estaba más, si su partido o él y, pegado a tablas, le habían sentenciado políticamente a darle
la puntilla; tanto confinamiento lo ha llevado a tomar la decisión que, según
he leído le convierte en el concejal de más poder en el Ayuntamiento de Málaga,
es decir, quien tiene el cetro y el centro de una decisión a la izquierda o a
la derecha.
La
Red por aquí y por allá, me ha preguntado, sobre si habrá voto de censura, o de
que pienso sobre el particular. Evidentemente mi posición desde que tuve más o
menos uso de razón política ha sido de partido adverso a los del Alcalde, pero
eso no me resta reconocerle los méritos que le corresponden a su actividad, y
sus éxitos electorales, aunque ahora pudiera sentirse en la cuerda floja. Por
De la Torre, me apartaría de formular un voto de censura, aunque estuviera en
minoría, por su trayectoria no merece salir por la puerta de atrás, tampoco me
gustaría humanamente que se le sometiera a un fuerte sobresalto. Otra cosa es
que diera un paso atrás, ahí si se plantearía un nuevo escenario. El Partido
Popular, ha sido durante años el gran usurpador de los pactos anti
transfuguismos acordados con el resto de los partidos, no hay más que tirar de
hemeroteca para ver como ha jugado a aprovechar traicioneros y crearlos para
hacerse con los bastones de mandos en nuestra provincia. El señor Bendodo,
desde su poder provincial popular, ha sido el gran muñidor de muchos
desequilibrios en los gobiernos locales de Málaga, por eso me cuesta pensar en
despojar del bastón a Paco, pero no perdería un segundo de mi tiempo en
quitarle al PP el poder que ostenta gracias a su actual Alcalde.
De
todas maneras mejor es hacer un punto y aparte mientras dure la lucha contra el
coronavirus.
Curro
Flores
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