Tiempo al tiempo
Tenía preparada el
portavoz popular una de sus naderías para la ocasión, esta vez el anuncio de que José Luis Rodríguez Zapatero no se volvería a presentar como candidato a la
presidencia del gobierno, le da para la siguiente perla, “España no puede estar
gobernada por un pato cojo”.
Me contaba un viejo
caricato, que tenían preparado en el gremio algún recurso ingenioso para cuando
alguien del público se les ponía gracioso. Uno de ellos era preguntar a los
asistentes, si estaban en un puerto de mar, porque se había escuchado a un merluzo.
A veces con el respeto que merece el tribuno, cada vez que abre la boca el Sr.
Pons no dejo de recordar aquella anécdota.
Zp ha desvelado uno de
los secretos que siendo uno de los mejor guardados, no resistía serlo por más
tiempo, estaba en mi lógica y seguro que en la de la mayoría de ciudadanos y
militantes del Psoe la conclusión del
presidente, pero me he sentido reconfortado
por el respeto que se ha tenido para no forzar su decisión.
Algunos se despacharán
a gusto contra la gestión de Zapatero, y con literatura digna de Antonio Burgos
y afines. Pero, como todo buen guiso tiene su tiempo, tengo el convencimiento de
que, atributos morales, los grandes ajustes para la modernización de España, la
vocación social de sus políticas, el alto sentido democrático de sus
convicciones, los cambios en nuestro modelo económico, marcarán su presidencia
y desdibujarán el empecinamiento de los adversarios de hacerlo responsable de
una crisis que nace únicamente de los desmanes de los juegos financieros.
Y aunque yo participo,
por distinta causa de la opinión del Sr. Botín, de que estamos en malos tiempos
para mudanzas, los calendarios de la democracia deben ser tan incuestionables
como el vencimiento de un préstamo para un banquero. Elecciones de Mayo y
primarias posteriores, dejan escaso margen de maniobra, para preparar la
estrategia de las próximas generales.
El 22 de mayo está a la
vuelta de la esquina, hace falta renovar la ilusión en nuestra gestión más
próxima, ser cómplice con la vecindad: generar políticas de empleo cercanas,
avanzar en la igualdad, reponer el mejor urbanismo, mejorar las políticas de ayuda a las dependencias, ampliar nuestra actividad
para una mayor y mejor participación
ciudadana, mayores mecanismos de transparencia de la gestión pública…regenerarnos
del daño hecho por la tropelías del becerro
de ladrillo.
El becerro ha echado el
bofe; malayas, gurteles y demás sumarios; éstos han dado pábulo a la extensión de las habladurías, y a veces me he
compadecido de los actuales ediles que se sienten vilipendiados como si
estuvieran señalados como sospechosos habituales, para todas las ruedas de
reconocimiento de los lenguaraces de turno.
Ilusión, buen gobierno
y transparencia, es también mi receta, y tiempo al tiempo, que ya vendrán las
primarias.
Curro Flores
2011-05-04
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