El
primer Festival Orfeo España desde la
morada
Para
los primeros días del obligado retiro estaba convocado la sexta cita anual del
Festival Orfeo, billetes anulados de niños y jóvenes, que querían partir desde
sus países para disputar y disfrutar con sus trinos en la Costa del Sol, frente
a sus amigos españoles fraguados en la trashumancia de sus cantos.
De
la obstinación de los componentes de la Cajita Musical de Málaga, ha surgido la
singular idea de celebrar primer
Festival Orfeo España on line, lo que conllevaba invitar y reanimar a sus
compañeros europeos, un esfuerzo de clases individuales y preparaciones en
solitario de sus canciones como solistas o en grupo, cambiando su tarea en la
sala de ensayo, a hacerlo desde el ordenador, la tablet, o el móvil,
transformar el imaginario calor del escenario por la pantalla, las ovaciones y
palmas por el “me gusta”. Pero la idea se hizo unánime, para que su directora
Petia Koleva, tuviera que cultivar de otra manera su elevado sistema de
conseguir la excelencia de las voces de sus alumnos, apergaminados y
desconcertados por los días sin sol, y la escenificación de sus
interpretaciones, pero ese era el reto; también había que contar con el
titánico trabajo de la eficaz Blanca
Galiana, de cuadrarlo todo para que en la pantalla todo estuviera esmeradamente
preparado para el éxito de los artistas desde ayer 21 de Mayo a la tarde noche
de hoy. Juan Fernández, ha echado el resto, con su entrega como extraordinario
técnico de sonido, ha mezclado con absoluta limpieza las voces individuales con
el grupo, y musicado a tono cada canción.
Un
jurado súper cualificado e internacional, decidirá quiénes se elevaran este año
al Olimpo de Orfeo con el que todos han soñado. Pero sea cual sea el resultado,
los miembros y amigos de la Cajita Musical de Málaga, saben que pertencen a ese
grupo de la “voces mágicas” que llevan
con sabia modestia, que trabajan con mucha dureza en la afición que los
cautivas: cantar, bailar y actuar, en sus distintos espectáculos de Teatro
Musical infantil y juvenil. Algunos de sus componente, los que llevan más de
sus diez años han podido subirse más de 200 veces al escenario a dar lo mejor
de sí mismo, han participado en 15 distintos musicales originales, y subirse en escenas de un gran número de teatro
y espacios escénicos.
Orfeo
los iluminó con el arte de dominar la fiera y los demonios propios y comunales
con la música, cantando. Hoy sus voces y éxitos han deambulado desde las olas
del Báltico al Adriático, del Mediterráneo al Mar Negro. Las brumas de los ríos
Dané, Daugava, Moldava, Po, Iskar, Kamchiya..., más su Guadalhorce se afanan
por guardar los ecos de sus notas. El Erasmus del Canto en la Cajita se hace desde
la más tierna edad, mañana se sabrá, y no será sorpresa, de nuevos activos
excepcionales de la cultura, como creadores musicales, directores de
espectáculos, coreográfos, cantantes, bailarines y actores que no pararon de
sacrificarse y disfrutar desde que vislumbraron lo que les gustaba ponernos a
aplaudirles de admiración.
Curro
Flores
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