domingo, 28 de noviembre de 2021

"SACRAMENTO" y LADRILLOS

“SACRAMENTO” y ladrillo

Hasta el GRATIAS AGO, 414 páginas de excepcional investigación y mejor literatura, son con las que ha devuelto Antonio Soler su deuda de juego, mejorando al maestro Robert Caro.

La partida se inicio sobre los sillones de plástico rojo ajado, del desaparecido restaurante de los Vikingos, frente al Cementerio Inglés, Rafael Pérez Estrada, Rafael Ballesteros, José Ignacio Díaz Pardo, junto al novicio Soler, hablaban de fundar una revista literaria, menuda timba con gazpachuelo. El experto tahúr sabe que si en la segunda mano no sabes quién el tonto, puede que el pagano de la partida seas tú.

Así que nuestro autor, tuvo que sacar su lupa Holmes, libretilla y recorrer las huellas de las troterías de D. Hipólito, párroco, “Zipólito”, en el argot popular de la Ciudad del Paraíso del “Callejón de las Puercas, tan feminista, como si los verracos nadaran en Varón Dandy.

Trato de fugarme de su incitadora y rápida lectura, para evocar la biblioteca mejor encuadernada de Belcebú, del abogado del obispado y poeta, Alfonso Canales. “En Málaga nadie es lo que es”, repetía D. Manuel Alvar. Echar el rato en los rinconcillos de la librería de Negrete, buscando prohibidos. Reírme con las cosas de la primera concejal socialista del Ayuntamiento de Málaga, Pilar Oriente, mi compañera de fatiguitas culturales.

Podía velarlo, pero no como libro de Caballería, pues lo que esclarece son las cabalgadas del clérigo en el ara, de su  harén particular de hipolitinas, con sus velos desgarrados, todo en la Iglesia de la Merced, frente al santuario de la Casa Natal de Picasso, sacrilegio y blasfemia en comunión espiritual divina.

Es perder la fe y la esperanza, al parecer escatológico, sentarse en el rebate a esperar el hecho de que el Papa o la Mama matriculen a sus nietos en las guarderías de la Ciudad del Vaticano. Eso evitaría el pasteleo de la “sobrina del párroco”, celebrar las rijosas figuras de los trotaconventos, o el penal abuso de niños y jóvenes cuidados por sotanas. “Son pequeños casos” para el portavoz de los obispos Luis Argüello, una legión para el común de los españoles los menores agraviados, es demasiado que nos mande a mirar a la FIFA, o al COI, ellos legislan sobre el angustioso VAR y el control antidopaje, la Iglesia nos adoctrina con 756 páginas de Catecismo, muchas dedicadas a sus prácticas morales.

Por más hazañas de las entrepiernas de don Hipólito, yo por mi afición de exconcejal, me he quedado de nuevo horrorizado por el bloque que se levantó en 1963, para ocultar su lascivia, sobre el solar de la Iglesia, en la Plaza de la ex Merced o Natal de Picasso, hoy único lugar de culto que queda para celebrar a nuestro pintor universal.

Enhorabuena, amigo Antonio Soler, nunca he visto mejor pagador con tu  extraordinario libro, valió la pena tu partida iniciática en Los Vikingos.

Curro Flores

 

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