EL MÁSTER EN ENCANTADOR
Nuestro veloz y brillantísimo universitario Pablo Casado, capaz de darles sopas con onda a D. Marcelino Menéndez Pelayo y a D. Miguel de Unamuno, baste la prueba de su máster más supersónico que el cohete Miura I. Tal es así, que tuvo que agradecer al excelentísimo magistrado del Constitucional, D. Enrique Arnaldo, su visita guiada por los pasillos académicos, para poder encontrar los despachos donde se enfundó tanta sapiencia.
Encantado debe de estar de haberse conocido, que ha usado un dardo endemoniado dirigido a las mujeres reunidas en Valencia, por el aquel de la ministra vicepresidenta segunda, Excma. Yolanda Díaz, en sus aspiraciones políticas. Ha llamado al encuentro femenino AKELARRE, que no es una marca de muebles de mecano vasco, sino una reunión de brujas, y en este caso sin macho cabrío que se precie.
Don Casado ha limitado su elocuencia a retratarse de machista, trasnochado, orate, y lo que es peor, de un absoluto incompetente para ostentar su báculo de aspirante a la Moncloa en los caminos del siglo XXI. Estaría feo decir, que la cosa le viene de la FAE, y peor de las secuelas del antro genovés. No creo que entre tantas enseñanzas y reliquias, haya encontrado un peor calificativo que, se le haya vuelto un bumerán para su dolor de cabeza.
Entre tanto máster y obligaciones patrióticas, quizás nunca gozo del tiempo y el sosiego, para leer el libro de D. Julio Caro Baroja, -Las Brujas y su Mundo, para evitarnos chifladuras. Quizás para vivir del cuento, mejor leer Blancanieves y La Cenicienta.
No sé como llama en la intimidad a sus correligionarias, por ejemplo, mujeres a carta cabal y, a las más sobresalientes, hadas madrinas. Lo que pasa, es que como las cañas se vuelven lanzas, la presidenta Ayuso y doña Cayetana Álvarez de Toledo, se han emborrizado del embrujo de Myrurgia y están más poseídas para él que las del CONCLAVE DE LA PAELLA.
Curro Flores
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