25N ¡SOCORRO!

25N ¡SOCORRO!

Mañana viene el BLACK FRIDAY, los difuntos se llaman HALLOWEEN, todavía no nos ha llegado el nombre descafeinador en inglés para el día internacional contra la violencia a la mujer, pero todo tiene su espera, no su esperanza.

Las instituciones públicas, asociaciones y algunas empresas como CLECE, conciencian contra esta lacra social. Lejos queda, pero demasiado cerca, el horrible crimen contra Ana Orantes, cuando un vicepresidente del primer gobierno de Aznar, Álvarez Cascos, cascos no le faltaban, osó en llamar al asesinato de Ana con un -“se le ha ido la mano”, a la bestia del marido. Hemos avanzado en concienciación, casi no reducimos la cuota en actos de salvaje machismo.

Asistía a un debate en un medio esta semana, variopinto, y cuando se planteó de rondón del 25N, es porque a “une contertulie”, se le ocurrió atacar a las subvenciones, acciones y servicios de los distintos organismos públicos de España para atajar la violencia contra la mujer, por falaces, discriminatorios e ineficaces, y que constituían la mamandurria de muchas asociaciones. La persona en cuestión era militante del partido de un mamandurrio curricular, Abascal.

A bote pronto, no sin cierta irritación, le hice un repaso de las organizaciones y servicios públicos que existen, en las distintas luchas de la sociedad contra el crimen, nunca había oído de desmontarlas o no subvencionarlas. Dije, -quitamos los servicios antidrogas, por sus regulares resultados, desmontamos las oficinas contra el blanqueo, por inanes, despojamos de las subvenciones  a los colectivos contra la droga, ejemplo la fundación que preside la Reina Sofía, de loable labor, me calenté tanto, que ya le propuse quitar hasta los guardias de tráfico o los que te toman la tasa de alcohol, hay accidentes.

Hoy somos más los concienciados, pero como el principio de acción y reacción de la sociedad pone sus trabas, tenemos un gobierno en Andalucía, sustentado por los ultraderechistas de VOX, repasen su credo, y la popular Ayuso sube las subvenciones a la Iglesia, al ritmo de la subida de la gasolina, será por si no han inmatriculado el Palacio Real y El Pardo.

Curro Flores