2016 palmadas de
desánimo
Hace ya algunos años tuve
la oportunidad de conocer y aprender,
por mi amistad con los equipos de Pascual Maragall, como se preparaba
una ciudad para ser aspirante a un evento de tan significativa magnitud, como
era el de ser ciudad olímpica. Recuerdo
mi pregunta a un taxista la primera vez que me acercaba desde el Aeropuerto del Prat a la ciudad para conocer
los esbozos del proyecto; le pregunté sobre la incipiente noticia de las
pretensiones de Barcelona para organizar unas olimpiadas, su respuesta fue de
indiferencia y crítica, me espetó eso de: –¡Cómo si no se tuvieran mejores cosas que hacer….!
Me impregné del
proyecto por los responsables del mismo, confieso que lo que más me llamó la atención era la
vertiente que dedicaban sus creadores a la participación de los ciudadanos,
como debían de utilizarse ciertos métodos de penetración y vertebración en el
tejido social de la ciudad, expresión “gramsciana” muy al uso de la época. Al
par de años volví, todavía estaba en la
lejanía la elección, no tuve que preguntarle al taxista sobre la candidatura,
porque el catequista te disparaba todos
los mensajes por los que consideraba que su ciudad debiera conseguir ser la Sede
Olímpica.
Esto viene al caso
porque hace unas horas me enteré que el proyecto presentado para que Málaga sea
sede de la capitalidad europea de la cultura, no había merecido pasar el corte
de las ciudades seleccionadas para la siguiente ronda de elección, mientras lo
han conseguido: Burgos, Córdoba, Las Palmas, San Sebastián, Segovia y Zaragoza.
Es esta hora de las palmadas de desánimo, por lo que veo en el canal de onda
municipal: compungidos y enumeradores, me recordaban a aquellos alumnos que
situaban sus malos resultados en los exámenes en las perversidades de sus
profesores.
Desde que en 1999
concurrimos en la idea, unos viejos rockeros o dinosaurios según el gusto, de
incorporar al programa municipal del Psoe esta idea de la capitalidad cultural.
He intentado enterarme con todo lo que la información pudiera tener de
hospitalaria, del trabajo que desarrollaba el Ayuntamiento de Málaga en pos de
la candidatura, amén de los berrinches de agravios localistas del Alcalde y afines.
Es un secreto a voces
que durante años el Ayuntamiento no hizo nada, salvo mantener
los dígitos (2016) en la ventanilla, y alguna persona ocupada en desentrañar
los misterios de una aspiración, que no constituía para nada parte alguna en el
orden del día del gobierno municipal malagueño.
Estoy convencido que
cuando hace escasos meses el Sr. López
Cohard, de generosidad elogiable, se hizo cargo de la presidencia de la Fundación
para regir los destinos de la candidatura, empresario y gestor de largo
recorrido como lo es, se llevaría las manos a la cabeza al ver el raquítico
trabajo realizado, que le entregaban el Alcalde y sus colaboradores.
Al ver lo que se hacía
durante años, o lo que no se hacía, pensé que en el pensamiento de Francisco de
la Torre, no había otra cosa que presentar los activos que la Ciudad tiene en
si misma, para anteponerlos con los de Córdoba, así perpetuar la melopea de los
agravios. No tenía otra explicación, salvo la mayor de las incompetencias, el
juego de sacar pecho de aspirante y sumergirse durante años en la mayor de las
inoperancias en pos de la candidatura.
Ahora que no ha sido el
Psoe, sino un comité de altísima cualificación profesional y cultural, no nos
quedan excusas. -¿Qué habrán hecho los demás que no hemos sabido hacer por nosotros? Segovia, Burgos, Las Palmas,
Córdoba, San Sebastián y Zaragoza mi mas
entusiasta felicitación. Nosotros tenemos un Alcalde y unos equipos que no nos
han permitido estar a la altura de nuestras propias posibilidades como ciudad de Málaga. Ahora nos esperan las
peroratas en nuestra cortina del mar de las lamentaciones.
Francisco Flores
30 de septiembre, 2010
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