NUEVA JERGA DE LA MENTIRA
Erasmo nos decía que: “una buena parte del bien hablar consiste en saber mentir con gracia”. La verdad que el acierto del humanista holandés, aunque tenga legiones de devotos, me hace maldita gracia, por más buena oratoria que abunde en la trola, y la metáfora se cosa con hermosas falsedades. El embuste es tan veloz que destruye la aporía de Zenón de Alea en su carrera contra la verdad. Algún brillante correligionario quiere estigmatizarnos frente al lawfare, porque tenemos un presidente liderando la lucha, frente a las mentiras judiciales que manejan los opositores. Los que en nuestra pequeña dimensión del poder, hemos sufrido sin causa los pinchos del banquillo de los acusados, después de no haber materia para los jueces; todavía a la vuelta de seis quinquenios ausentes, tengo la mala suerte de escuchar a algún tertuliano, utilizándolas como dogmática. El palabro anglo lawfare, se une a fake news, para darle un toque “in” a la invención, de la cosa más antigua del mundo y su universo de infundios. Es ocioso lo que a veces explico y escribo, frente a la calumnia, más habiendo sido por ellas, dueño de casi todos los prostíbulos de la Ciudad del Paraíso, o haber gestionado la propiedad del hospital zaragozano que le inventaron a Pedro Aparicio. Ambas falsedades y tantas otras corrían entre el mal aliento de las bocazas de los enemigos, ajenos y propios, para zarandear nuestros escasos poderes. Así que el LAW y la NEWS, están perdidos de antemano, ante la batalla de guerras psicológicas que sufren los gobernantes y votantes en las democracias. Ni el gobierno francés, el otomano o el filipino, han podido legislando contra el chismerío. Pero santa Rita nos libre de una dictadura como antídoto, ahí lo más falso es el BOE.
Curro Flores
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