Barreras
y estrellas USA, y el lamento andaluz
2018 dio paso a 2019,
con el gobierno de Estados Unidos parado, y 800.000 funcionarios sin trabajar,
hasta ahora la noticia la encabezan los más directos protagonistas, Trump y los
líderes demócratas, Nancy Pelosi a la cabeza, todo cuestión del miserable muro,
pero lo curioso es que los trabajadores afectados de las agencias federales
cerradas, no aparecen en los telediarios nacionales e internacionales en
acciones de protestas, más que curioso que parezcan corderitos.
Tras tanta
globalización económica, con mercados superando con creces la barrera del
sonido, al ser humano se le quiere cerrar el movimiento migratorio, como si la
miseria, la guerra y la catástrofe en la que viven una ingente cantidad de
personas, no nos hubieran enseñado que muchos miles se arriesgan a rebasar las
rutas más suicidas por encontrar una vida mejor.
Pero mientras busco una
camisa rosa en el baúl de los recuerdos, leo como se descentraliza Ciudadanos,
antes orgulloso de apoyar al gobierno de Susana Díaz, ahora feliz del pacto con
el PP y VOX (off camera). A Juanma Moreno, Casado le mueve los hilos ultra, no
sé si a su pesar, pero era su único suspiro antes del cadalso; los de VOX están
encantados de haberse conocido y retratarse de familia feliz, pero Juan Marín
ha perdido mucho centro, por ganar sillones en el sur de sus desequilibrios.
Alfonso Rodríguez Gómez
de Celis, delegado del Gobierno en Andalucía, en el Comité director del PSOE,
afirmó ante los resultados electorales, que los socialistas debemos
sintonizarnos de nuevo, que es una manera suave de llamarnos a la unidad, y de
afrontar con más capacidad de penetración nuestros proyectos y personas ante el
votante que se nos ha puesto ausente.
Quizás fuera mejor que
cargáramos las baterías los socialistas, ya que con todo lo que supone perder el gobierno de la Junta de Andalucía,
resultando uno de nuestros peores fiascos, y aunque siempre nos reafirmemos en
ser un partido de gobierno, no está mal recuperar nuestra mejor capacidad para
la actividad voluntaria militante, que constituyó siempre uno de nuestros
mejores activos, por la que fuimos catapultados a las mejores acciones de
gobierno que España y Andalucía han conocido.
Ni me anima el
romanticismo, ni la nostalgia, ni una crítica arrogante. Me alienta el sentido
de saber que al cambiar la perspectiva, después los años continuados de
gobierno: a pesar del trabajo denodado, las encuestas y los asesores, se crean unos grandes espacios
vacíos de realidad, por ese día a día que toma todas las energías, así que con
el viento en contra tenemos un momento
valioso de aprender a cargar las pilas, frente a una “derechona”, que se
prepara para darnos días de gloria, y mucho don Guido pavoneándose.
Curro Flores
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