De Aznar
se puede decir sin
temor a equivocarnos que nunca hizo más daño a España en tan poco tiempo. Remedo
la frase de José María Aznar lanzada a los
cuatro vientos contra Zapatero, indigna de un ex presidente de gobierno,
y la aplico a nuestro ex sin ningún temor a equivocarme.
A los pocos días de su invectiva contra ZP, nos damos cuenta de que fue la espoleta del inicio de una operación de acoso y derribo
contra la economía española capitaneada con más fuerza coral por el grupo editorial
de Rupert Murdoch, propietario de parte del Financial Times a través del
accionariado en el grupo Pearson, del que como sabemos Aznar es consejero a
sueldo; por cierto en periodo de sequía le ha subido el sueldo su magnate jefe,
el 4.3 por ciento, muy agradecido seguro de los servicios prestados, muchos
serán, porque el propio don Ruperto se lo había
bajado el 10 por ciento, vistas las pérdidas de su grupo de
comunicación.
Hay tantas perlas en el
joyero del insaciable Murdoch que Ali Babá hubiera tenido que entrar con la
nariz tapada en su cueva del tesoro. Puso tanto empeño en la invasión de Irak
que ahora pretende jugar a los “diez negritos” con sus detractores, y gracias a
nuestro ínclito musculitos José María, imitador del guaperilla de playa de los
sesenta, llevan un tiempo entendiéndose con Pedro Jota, por eso de la moda de
la compra y recompra de medios de comunicación. Ahora, aplauden su medio
americano el Fox News, al grupo reaccionario del Tea party, con una
Pallin descocada en una juntera de la peor laña blanca americana, y todo porque
tienen a un negro de presidente.
Me gusta hurgar en los antecedentes
de los mensajeros, por esa tentación inevitable de no confundirme de contexto;
imagínese entrar en desigualdad de armas con algunos desalmados de las finanzas
o de los medios de comunicación como éste, agitadores a conveniencia de sus mentiras,
aunque quede medio mundo desamparado en patera, o en el desierto iraquí
reventado.
Mientras vivo este
avatar con el desasosiego de ser parte alícuota del enemigo a batir, el destino
le da aliento a las magras finanzas del magnate australiano. ”Avatar” película
de su factoría le ha salvado los números rojos y ahora descosido persigue a su
director Cameron, para que le haga todos los avatares que se puedan hasta
agotar los números ordinales y a los espectadores.
Esta gente de tan poco
fiar contaminan, claro que contaminan, es su talento, sino dedicarían sus
esfuerzos a otras faenas, a tal punto que Joaquín Almunia, deslizó una más que
impropia comparación de nuestras finanzas con las griegas, tan de poco recibo
que en el último Consejo de ministros le dedicaron pocos elogios, por ese extraño
y curioso papel de darle cuartas al pregonero.
Repaso el informe que
sobre las cuentas españolas está explicando en la City nuestra ministra de
economía Elena Salgado en estos momentos, le deseo toda la suerte, que es la
nuestra, para que pueda cambiar en algo el mensaje perverso y angustiante que
se viene transmitiendo sobre nuestra cuentas, pero me temo que los oráculos que
rigen a los depredadores financieros están alejados de la bondad de las
explicaciones, incluso de la claridad de los números, por más empeño que se
ponga.
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