EL DESHOHAR DE UN ALCALDE


El deshojar  de un alcalde
El Alcalde de Málaga se ha tomado el mes de febrero para decirle a su partido si volverá a presentarse en las próxima municipales; 28 día para deshojar la flor del almendro, porque hasta dentro de poco, margaritas pocas, y la más próxima, Margarita del Cid, se marchita entre las huestes numantinas de Fernández Montes, y sus tejemanejes personales con los dineritos del contribuyente.
La singular esposa-política de Francisco de la Torre, Rosa Francia, antes del inicio de la reflexión de su esposo, tomó postura familiar, y quiere al alcalde en casa, bregando por los pasillos e reinaugurando el frigo, más cansada que Penélope del nauta de la Casona del Parque.
Me imagino que Bendodo, y todo el PP, esperan con cara de armarios empotrados la respuesta de Paco, leyendo las encuestas, mientras vigilan a sus correligionarios, para que no cojan bastón de mandos y ediles, y se vayan a rezar a la sede de Ciudadanos, nueva devota peregrinación, que ha puesto de moda los delirantes independentistas catalanes.
Por las redes, que son el maná de muchas de nuestras extravagancias humanas, he visto a algún compañero del PSOE malagueño, apoyando a la señora Francia, seguros en la creencia táctica que la bajada del cartel electoral de De la Torre, nos va arreglar el distraído distanciamiento con los ciudadanos malagueños, tras la época de Pedro Aparicio.
Escuchaba esta mañana a Abel Caballero, alcalde de Vigo, hablar de socialismo democrático, de proyectos ciudadanos, batallando por el agua contra Feijóo, sentí racional envidia de los socialistas vigueses, ciudad que admiré por su vitalidad gracias a Manolo Souto, su primer alcalde socialista del 79. Progreso y socialismo democrático han estado siempre asociados, a pesar de los  que pretenden su decadencia, solamente hay que recobrar el espíritu, entre tanto rigor por la ubicación burocrática.
Yo no estoy a favor o en contra de la esposa del Alcalde, siempre le desearé lo mejor a ella y su familia, pero no desearía como Celia Villalobos hizo, esperar a que Aparicio, desistiera a presentarse, para meterse en la batalla por el bastón de mando en Málaga. Quiero, y no es soñar, una alcaldía ganada en la mejor de las contiendas.
Quiero que nuestro candidato, si es Daniel, o quién el partido deparemos, sea  capaz de convencer a Málaga, de saber porque  administraríamos mejor su ayuntamiento, cómo vertebraríamos mejor el tejido urbano, atenderíamos los desequilibrios entre la ciudad museo y el barrio para vivir, como guiaríamos Málaga hacia una ciudad más culta, más limpia, con menores desigualdades y  mayor empleo, de magnífica ciudad de visita, al mejor solar urbano para vivirlo, sin gemas, ni torreones tremens portuarios.
Curro Flores







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