El
Neoalbéniz mascarilla
Intentaba
ensayar el arte de aplaudir mosquitos, al verme tan ocioso un amigo me incitó a
escribir sobre el proyectado Neo Albéniz, tan neo me resultaba que la palabra
nuevo ya parecía del castellano antiguo, indagué en la levedad de la literatura
periodística sobre el proyecto del edificio cinematográfico, más la opinión de
la clá y los reventadores, y la verdad que tiene mucho mérito ponerle nota al
cascarón.
De
primeras recibí su dibujo frontal, y sin poder ubicarlo, pensé lo rápido que el
lápiz de la arquitecta había plasmado la
neo “fachada mascarilla”. Dejé el sarcasmo, y recordé los años en
que pensábamos en la remodelación de la
calle Alcazabilla, y algunos de los urbanistas sugirió que sería ideal eliminar
el Albéniz para hacer una gran plaza, hice mutis por el foro, y pensé qué
ocurrentes, y que nadie viera el edificio que teníamos enfrente del cine a la
hora de cuadricular el proyecto. Por más que leyera el libro de Bruno Zevi,
Saber ver la Arquitectura, mejor era solazarse con Dios, Arquitecto, de
Jerónimo de Prado, en la perfecta edición de la editorial Siruela, para no ser
remilgado a la hora buscarle la talla a un solar, porque el verbo y el lápiz de
algunos proyectistas tienen magia del ocultismo-masón del Templo de Salomón.
El
Albéniz sub dos da más cante que la Integral de Isaac Albéniz para canto, por
lo menos de cara, de cruz tapa algunas vergüenzas del solar del Paraíso, de
esas que quedan pendientes cuando las cosas se hacen a la bulla y a lo propio.
De todas maneras, llegará el día no lejano, como prevé el Sr.Vigar, dónde se
vea a mascarilla completa las escenas de la carrera de cuadrigas de Ben Hur,
mientras los autobuses de línea la arrollan
hasta que los engulle el túnel, rollo que no falte.
Es
envidiable que el Ayuntamiento se haya dado cuenta de la necesidad de impulsar
el Séptimo arte, después de tener frente al Neo los solares de los viejos cines
Andalucía, Astoria y Victoria pidiendo licenciarse. Málaga, cree el Ayuntamiento, es más de banda sonora
que de un Auditorio, para poder apreciar en todo su esplendor el Cuarto arte en
la interpretación de nuestra Orquesta, óperas, recitales, incluso los premios
Goya.
El
tejido urbano de Málaga está hecho sobre un estampado de cemento y ladrillos
dónde el negocio se cebó sobre la armonía y la estética. Este proyecto nacido
como un bien cultural en manos públicas, tiene la particularidad de haber
aparecido de golpe para los ciudadanos: su apreciación visual más el
emplazamiento más los malos tiempos que vivimos, no invitan en principio a
vendernos la película.
Curro
Flores
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