OJALÁ SE PUDIERA CELEBRAR LA FERIA DE AGOSTO


Ojalá se pudiera celebrar la Feria de Agosto
El anuncio de los concursos para los espectáculos y otras actividades de la Feria del Sur de Europa,  por el área de gestión de la edil Teresa Porras, en la fase “0” de la desescalada del confinamiento por la amenaza latente del covid 19 en la Ciudad, inmediatamente ha suscitado la polémica entre los que creen que la comunidad va a vivir una cuaresma hasta el fin de los tiempos y los que, con una lógica de distribución de recursos públicos, piensan que este gasto es un dislate y más en las circunstancias actuales, amén de otras argumentaciones, dónde no han faltado los insultos contra la concejala responsable; como algunos de los polemistas vienen de mis filas, no quiero dejar pasar la ocasión de expresar mis divergencias a sus críticas.
Lo primero que hay que decir es que el Ayuntamiento no ha expresado aún si se podrá celebrar la Feria o no y de hacerlo en que circunstancias; segundo que como es de obligado cumplimiento,  el aparato organizador de los festejos debe prever por si las circunstancias nos favorecen, las debidas diligencias legales para que todas las contrataciones se efectúen con la mayor  pulcritud administrativa.
He tenido el deber de organizar la Feria durante 12 años.  Muchas de las cosas que ahora pertenecen a su orden del día, fueron incorporadas en aquellos tiempos por primera vez, pero salvo los carricoches, cuando era pequeño, poco más me ha convocado personalmente a los festejos, por eso desde que concluí con mi representación política, salvo convocado por algún programa televisivo, se pueden contar con los dedos de una mano mi presencia en la Feria, y ya pasan 25 años. Con eso quiero decir que es el deber público el que me ha animó a la tarea, acertada o no, y que estuvieron en nuestros objetivos satisfacer los lógicos y necesarios deseos festivos de la comunidad malagueña, amén, y quiero resaltarlo, de la potencial y expansiva fuente de negocio,  trabajo y riqueza que supone su altísimo desarrollo desde aquellos años, que hasta el mismísimo George Bush padre la visitara, entre sus muchas anécdotas de  hospitalidad a personalidades y miles y miles de visitantes.
El cuerpo no está para jotas, verdiales y bulerías en el confinamiento, con familiares y conocidos que puede haber ejecutado el maldito coronavirus, pero en la sociedad en general prevalecerán los deseos de expansión y alegría, más después de los días de claustro. La feria de Málaga nación en 1487, una vez que terminó el sitio de Málaga por los Reyes Católicos, el día 18 de Agosto, y el siguiente día se organizaron los festejos. La simple descripción que nos hizo el catedrático historiador, D. Enrique López de Coca del acontecimiento bélico en la conmemoración del V Centenario, espeluznaba, pero como ha acontecido en la historia de la humanidad lo sucedía una celebración festiva. Me vienen las imágenes de muchas arcos de triunfo a la cabeza, hasta el curriculum de Leonardo da Vinci, como creador de cabalgatas conmemorativas, el final de la Segunda Guerra Mundial, con millones de personas bailando y abrazándose por las calles alejando la tristeza.
La lucha en la que nos ha metido este virus, como toda las guerras que han vivido los pueblos nunca se ganan del todo, pero me gustaría pasear bajo el arco de triunfo de calle Larios acompañando a Teresa, en señal de que al menos hemos resucitado de esta parte del terrible episodio.
Curro Flores

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