martes, 25 de mayo de 2021

LA PRIMERA EN CANDY CRASH

La primera en Candy crash

Querían algunos analistas políticos, reventar el grano que más ha dolido a Celia Villalobos, su desplazamiento al segundo puesto de la candidatura del PP al Congreso por Málaga,  tras el alcalde de la villa de Estepona.

Ella, venía a ejemplificar el cambio de ciclo propiciado por la nueva hornada de los Moreno Bonillas, siempre sometido por el pelotón de Rajoy de los servicios prestados, en el escalafón de los receptores de los sobrecitos de la tesorería de Génova.

Salvo lo que sería una oportuna catástrofe para los populares, que por el bien de España, necesitan pasar a un largo periodo de ostracismo. Doña Celia Villalobos, por los pelos o no, lucirá el acta de diputada, y seguirá cotizándose como una adepta al Candy crush en su butaca de madre de la patria. 

Como era de esperar, menos para los más incautos, ha hecho un mutis por el foro, y ni una sombra de dudas ha expresado que pudiera poner en solfa su disciplinada actitud ante los designios de Mariano. De Celia, se espera, que su malestar interno, lo exprese, en un latigazo a los socialistas, que siempre serán sus culpables preferidos.

Juanma Moreno, en su faceta de desconocido en lidia, ha preferido sacarse de la manga un mirlo blanco como García Urbano, presumiblemente buen alcalde de Estepona, como seña de identidad de lo nuevo, antes de ofrecer su producto ajado, de más de lo mismo. Su apuesta, dejará, quizás, un alcalde mediopensionista para los esteponeros, y un AVE para acá y para allá, entre pleno y pleno, de oposición a bastón de mando. Un despropósito para un notario llevado a las faenas públicas.

Después del  periodo de lectura de cuentos, capitanes truenos, aventura, hagiografías, clásicos, ensayos. Tuve un periodo devoto a la lectura de nuestros clásicos políticos, nunca pensé que aquellos parlamentarios a los que profesaba admiración, podían terminar jugando a los barquitos, que no fueran los barcos tristes del exilio. Pero doña Celia me ha abierto los ojos, por estar a la altura de los tiempos inanes jugando al candy crush con el móvil.

Curro Flores.

 

 

 

 

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