miércoles, 5 de mayo de 2021

UNA DE MASCARILLAS PLANCHA, POR FAVOR

UNA DE MASCARILLAS PLANCHA, POR FAVOR

Estoy muy decepcionado, no porque haya barrido en Madrid Ayuso, que debiera, ni tan siquiera porque los de VOX hayan crecido, eso me ha durado menos que a los millonarios de Florentino perder con el Chelsea. Mi contrariedad se debe a que tantos años ocupados de la política y, veo menos que Pepe Leches, así que, a partir de ahora pongan en solfa mis peroratas, que yo las tengo en cuarentena.

Mis amigos me traen a cuento a George Orwell, que dijo que en su nueva etapa el fascismo nos llegaría en nombre de la libertad, más perorata; los franquistas se urgieron para resucitar el NODO en las redes, nostálgicos de Reconquista, más majaras.

La realidad es que nos han tenido en la trinchera de Madrid, discutiendo de principios, entre los fastidiosos monumentales Monasterios e Iglesias, mientras el as de copas, era el as en la manga que dirimía la partida.

No voy a pedir el cese de mi augur de cabecera, ni tan siquiera su dimisión, lo que debe de irse es a las tropas de Escrivá, así nuestro Tezanos podrá adivinar, si se le queda el seis doble ahorcado en el hogar de jubilado. Mi admirado Gabilondo II, con dos años sufriendo de afonía política, puede volver a hacer mutis por el foro, después de tan desabrida campaña.

A los socialistas madrileños les urge encontrar un portavoz y candidato, tanto como a los andaluces, cuestión de remover la piscifactoría a ver si nos salen escuálidos de aguas bravas oceánicas que, nos rindan en las contiendas que se nos avecinan.

Felicito a Ayuso y a Miguel Ángel Rodríguez, porque han tenido un chivato de lujo de Ciudadanos, que les informó de lo de Murcia, así  convocó las elecciones, por si las moscas. Los felicito porque han sabido encontrar la estrategia impropia de la defensa la libertad, aunque para Isabel sea un –si no nos vemos, no nos acordamos de lo mucho que nos hemos querido, ole Madrid, de no pasarán, a no nos veremos más.

El take away de la esquina que tenía cola hasta el último segundo del toque de queda, ha colgado el cartel de se traspasa, razón de tantas supervivencias hundidas. Antes de pedir dos espetos y una docena de gambas plancha, me permito recomendar que después de tantas lecciones aprendidas de don Simón, que cada cual haga su estado de alarma particular, sin fastidiar al prójimo, y allá película. Mientras, oigo a la vicepresidenta del Gobierno una frase de perogrulla sobre los resultados de los madriles, de no haberse quedado calva pensándola, no sé si atreverme a pedirle a mi presidente Sánchez una crisis de gobierno en los tiempos que corren.

Curro Flores

 

 

 

 

 

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