miércoles, 3 de abril de 2024

EN BUSCA DEL CENTRO PERDIDO

EN BUSCA DEL CENTRO PERDIDO

Edmundo Bal, figurín del casting de desaparecidos de Ciudadanos, con careto aburrido de péplum bíblico; en un acto de fe política, sin palmas y olivos ni red que lo acoja, como hombre más de una serie que serio, nos ha presentado su vuelta a la política con su partidazo CREE, del que como autor y líder, bautizará a los auténticos equidistantes de la virtud, los de convicción ciega en el centro, para ponerse en medio de todas las trifulcas extremas que calientan los tendidos. La tropilla de Tancredos que viene a sumar restando a la derecha, despistados y advenedizos, como todos los centristas vienen a descolocar el descontento con su fórmula aristotélica de in medio Virtus; también la del pensamiento cazurro, por medio los trastes viejos. Lo nuestro empezó con jóvenes camisas viejas de Imperio a peseta, que se centraron para seguir en el palmito, celebrado de diálogo con críticos y públicos; gracias al fiel de un descreído con ambición de  gobernante. Un don Suarez no lo encuentra cualquiera que, por su voto pueda prometer y prometa; porque la misión es alejarse en la gobernanza de lo prometido a los votantes, sean de izquierdas o de derechas, pero que nadie les acuse de estar descentrado ante las urnas. Don Edmundo, encantado de haberse conocido, lo conocimos en su papel de niñero y preceptor de la sherry-catalana Inés Arrimada, hasta que ella abandonó el bibi, para besarse con su nuevo amor ante los caballeros legionarios, traslado real. El señor Bal, le tomó gusto al chalaneo a la Carrera en San Jerónimo por el centro de Madrid, y como Balman vuelve para alejarnos de los extremos; aunque a la hora de tender puentes, ya la tiene tomada con el Puente sociata, porque le produce jaqueca de secante a su tangente a la izquierda.

Curro Flores

 

 

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