JUZGADOS DE VELAS EN TORREMOLINOS

JUZGADOS DE VELAS EN TORREMOLINOS

Amén del chismerío cotidiano de las calles de Babel, Torroles pueblo, se ha espabilado con la noticia, de que parte del personal del Juzgado no había ido a trabajar, por una huelga singular de susto a las rajas. Los jueces y demás legajeros, estaban alarmados por las grietas que les rodeaban, capaces de engullir al probo funcionario con sus papeles acuestas. La Junta ha tomado cartas en el asunto de los miedicas, devolviendo los mansos a la corraleta, por las diversas vías de apercibimiento, es decir, mandarlos a la farmacia de guardia por tiritas. Se ha levantado el piso para más seguridad de los paseantes, los demás, rígidos como “estautas”, muestran la insolente inamovilidad de los expedientes. Desde la visita airada de Frank Sinatra, es de menester, darle un arreglo al habeas corpus del pueblo turístico, con la garantía que detenido presentado no sea un presunto occiso enladrillado. Todos los vecinos quieren celebrar su juicio con dignidad, aunque sea el juicio final en manos del SAS en lista de espera. Los munícipes del partido que sean, vieron la oportunidad de largar el mochuelo del edificio Museo o mausoleo heredado de Fernández Montes a los togados; pero algo falló en el trato para que siga acumulando trienios de polvo tan cara y magna antigualla. La verdad es que sobre la falta de gusto de los alcaldes hay mucho escrito y huellas indelebles; al caso don Pedro, un lugareño del Imperio hacia Dios, de casillas y chiringuitos, arquitectura relax y edificios abuso, quién poseído del bastón de mando se gastó un pastón para exponer la nada. De su vasta cultureta, debemos el comparar el monumento al turista de Sandokan, con la columna del almirante Nelson en Trafalgar Square, sería para contentar a los guinness borrachos de penaltis perdidos.

Curro Flores