jueves, 25 de abril de 2024

MANOS PRINGOSAS

MANOS PRINGOSAS

Un íntimo del pavor socialista me puso en pista sobre la irritación de Pedro Sánchez; después me llovieron mensajes a la solidaridad con él y su esposa Begoña y tronaron los de siempre con sus garfios en su contra, más aguerridos si cabe. En mejores circunstancias políticas que las que vivimos, con la de-generación del tú más, donde está de acecho la sospecha; he sentido el peso del infundio en mí y mis compañeros de gobierno municipal; cosas modestas y sin calado, pero en titulares llamativos, capaces de tirarte fama y tenerte de vigilia, hasta que el papeleo insulto te diera la razón, aunque la militancia con la cruz a cuesta después de casi medio siglo, siempre hay algún merluzo que te lo saca a colación. Eran tiempos en los que el oficio público de la política, como he dicho, se manejaba con respeto; pero también cundían las manos fangosas en pos de amargarte la vida en el ejercicio envidiado del poder. Unos presumibles casos inconfesables como los de los señores Koldo y Alberto González, por sus vinculaciones, han abierto el portón de la inmundicia, para poner en tela de juicio hasta a la Bella Durmiente por sus maléficas ensoñaciones. El Presidente de retiro, siempre me ha caído bien, a pesar que no estoy acostumbrado a –su más difícil todavía en su gobernanza, cosas de las urnas de intrigas modernas; me imagino que en mi afecto abundaba, ese grado de anarquismo anti aparato, de abajo el de arriba, más tres análisis tan fútiles como el de los madridistas cuando ganamos por chiripa, esas explicaciones de estar tocado por el gen del ganador. Desde que estamos de reflexión presidencial, no me ha hecho falta llegar al lunes de pascualini, para cambiar mi genética hacia la de un indubitativo perdedor, para expresar mi solidaridad más humana con Pedro Sánchez, recomendándole que recoja los bártulos de gobernar, antes que las palmas y olivos de nuestro Ferraz se vuelvan más espinas del Gólgota monclovita.

Curro Flores

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario