EL OCASO EN EL SOL NACIENTE
Con a acento a porra antequerana, podemos calentar nuestra indiferencia llevando a astro rey a salir por Antequera, aunque los nipones se habían puesto a alumbrar la tierra desde Japón en primera instancia; por eso se llevan la palma de recibir el ocaso por la espalda más temprano. Esta chifladura le pasó por alto hasta al huevo de Colón, pero es un recurso para hacer más banal el discurso, cosa de trascendencia en nuestro tiempo. Lo que es moco de pavo es la ciencia predictiva de la delincuencia, basada en un algoritmo chivato, capaz de llevarnos a saber la geografía de los delitos y hasta el tanto de culpabilidad a futuro del acto criminal; más suavemente que los amantes de estos augures matemáticos, se utiliza el verbo prevenir por los defensores a ultranza de los derechos humanos, para que no se nos pillen en calzoncillos, pero la misma estadística. En definitiva, aviso para nuestros abuelitos de occidente, las estadísticas japonesas de la mitad de sus robos, los ejecutan personas de la tercera edad. Alguien pudiera pensar que allí es una práctica deportiva tirar de lo ajeno, por tener más tiempo libre; también de que con los años los ladrones de oficio, pueden correr menos de la policía y pierden en el “poli-ladro”. Pues no, el mundo de la vejez de ese país para las personas sin recursos es tremebundo, siendo su pobreza las que las lleva a encontrar como refugio, una buena cadena perpetua: para tener un catre calentito, su ración de sushi y medicamentos gratis hasta el último viaje del sol naciente. A veces, entre conversas de antaño, se expresaban la admiración por los súbditos del Imperio de la dinastía Yamato, su dedicación laboriosa, su inventiva, sus llaves de judo y hasta el foto matón; pero esta página de miseria social, eleva su algoritmo delictivo en el escalón de la tristeza más inhumana.
Curro Flores
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