EL HUEVO SIN GALLINA
No voy a hablar del nido de la serpiente, por más que la actualidad nos tenga en vilo pisándolo a docenas. Me silencio soñando en una butaca del Auditorio malagueño, que desde el nacimiento de la Orquesta Filarmónica de Málaga, allá por el inicio de los noventa del siglo pasado, está en el Guinness de las promesas incumplidas por Francisco de la Torre. Como en el arco iris del alcalde malagueño el rojo no existe, cada vez que se refiere al imposible edificio, se atraganta en morado con sus mentirijillas de nada. La EXPO nos dejó cariacontecidos, en su paquete estaba con lazo su última ocurrencia para cargarle el cuento al evento, quedamos subcampeones mundiales y a despertar del sueño. Las sacras autoridades de la Junta de Andalucía, entre manis y promociones turísticas, le han prestado auxilio musical a Paco, lanzándose al albero del don Tancredo. En el presupuesto del año, van a poner unas escasas monedillas, para que parezca que están al loro y comprometidos con el edificio; pero como en el arte de sorprendernos, quieren ganarle al Barça de Joan Laporta buscando ventanales para contentar a Javier Tebas; se han sacado del sobaquillo que nuestro futuro Auditorio, tendrá una financiación pública privada, como el gasto médico de muchos ciudadanos para poder otear un doctor. Claro como se ha ido de boquilla, el sagaz reportero se ha hecho la pregunta de los millones; para la que la autoridad incompetente, sin huevo ni gallina afirme, que en los ecos de San Telmo se escuchan voces de empresas interesadas en hacer su aportación al eterno primer ladrillo. Es una buena salida, para volar sobre los cerros de Úbeda, pero una tomadura de pelo, si don Juanma no sale del brazo del pastueño que embista y envida con la pasta: el resto nos aleja de la inauguración hasta la rechifla en el Edén, todos pajaritos.
Curro Flores
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