FANFARRONES SIN CABEZA
En la Conferencia de Oslo, en su parte más secreta, el Director General de Asuntos Exteriores, edecán de Simon Peres; no tuvo empacho de llamar a la Unión Europea, -“manada de nenazas”; por su inane protagonismo a considerar en el conflicto; también había que entretener a los yanquis para que no fastidiaran los avances hacia la paz; aunque le reservaron el END, con la foto de Clinton, abrazando a modo de Cristo a Rabin y Arafat. Sea de una manera o de otra ya pasó, tuvo su antaño de conformación; ahora nos cuentan víctimas como melones, al igual que en Ucrania, entre restando de impávidos actores políticos mundiales, o inermes compradores de armamento a troche y moche, mientras los fanfarrones no cejan en echar más leña de ataúdes. Don Putin, se muestra jactancioso, porque a la UE le lleva costado un billón y medio de euros los embargos a Rusia; ni te cuenta el número de tanques que presume ha dejado estancados; mientras Zelenski suplica, -¡más madera!. Desde febrero de 2022, nuestra Nenaza, sin OTAN para un apañillo, más que merodear en el escenario como un títere sin cabeza, no sé si es recomendable con una impronta Borrell, ha de llamar al orden del día para el punto final a la guerra; por las vidas que pierden y por el coladero de pasta que nos espachurran a los ciudadanos europeos. Netanyahu es un nombre propio, Hamás unas siglas, persona y grupo criminales; a ninguno de las dos partes se me ocurre enfriarlas en Oslo para buscar la paz; la ONU ya ha puesto el careto, Biden la sonrisa, la UE el ¡huy!; de pronóstico reservado sería dejarle la baraja a Fumanchú. Los suecos pueden poner el atractivo anuncio: -“SE BUSCA NOBEL DE LA PAZ, 11.000.000 de coronas suecas para el agraciado”. Por estos pagos le han disparado en el ala a la paloma mensajera que venía de Waterloo.
Curro Flores
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