jueves, 11 de enero de 2024

HERENCIA ARABESCA

 

HERENCIA ARABESCA

A veces el fútbol en su esencia cazadora, desata los instintos bárbaros de nuestra especie y falta de clase; pero esta semana la treta particular de ahorrarnos discordias en los estadios de la piel de toro, constituye el sumando más alto, para desarrollar a pelotazos los derechos humanos en el pueblo árabe, por la reiterada celebración de la Copa de España ante caravanas de dromedarios. Los deseos del mal gastado don Luis Manuel Rubiales Béjar y don Gerard Piqué Bernabeú, de contribuir a mejorar las libertades de un pueblo ricamente oprimido, deben merecer cuasi el Premio Nobel de la Paz, y una escultura en camello en las alturas de una duna  del desierto. Ayer el Real Madrid y el Atlético de lo mismo, se batieron el cobre, con la encomienda humanitaria de apóstoles de la liberación de oprimidos. Las mujeres brindaban en las gradas con sus cabelleras ensortijadas y sus bodies, mientras los hombres pitaban a Kross y al difunto Beckenbauer, manera musulmana de expresar agrado y admiración en el oasis. La directiva del Barcelona ajena y apalancada, ha lanzado un pasquín de recomendaciones a los forofos culés que se desplacen a Riad, para que eviten  grilletes y los mamporros del moro: nada de estruendo, evitar los tugurios de puterío, peleas callejeras o besarse los hombres para celebrar un chicharito; en fin un comportamiento digno de entrar en una –disco- de la Ciudad del Vaticano. Los multimillonarios desérticos quieren pan y circo occidental emborrizado en arena, y no hay deporte que se precie que no le organicen una partida de petrodólares. Ahora que sus dineros han aterrizado en los palcos presidenciales del Córdoba y Almería, también en litigio en los juzgados de Málaga; quizá en su equiparación con su añorada Al-Ándalus, debieran volver a los juegos de los toros, para imponer la libertad taurina, con un –mano a mano- entre José Tomás y Roca Rey, con picadores a joroba de camellus dromedarius.

Curro Flores

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