sábado, 13 de enero de 2024

LAS TROLAS DE COLES

LAS TROLAS DE COLES

La Capital del Sur de Europa tiene solares movedizos, y el cole Domingo Lozano cerrado, porque le ha dado un patatús al salir a patinar  aprovechando las vacas. Mientras le colocan los chapuces, la comunidad de AMPAS ha puesto el grito en el cielo, por lo descuidado que andan los centros, algunos en edad de jubile, amén de los más de doscientos que hubo que apañar de prisa y corriendo, con los primeros ayuntamientos democráticos y el nacer de la Junta, ante la carencia de miles de pizarras en el territorio andaluz; eran fechas de manis auténticas las que viví de madres y niños cortando el tráfico, hasta dejarme sin suspiro como edil de educación de la Ciudad del Paraíso; más de un centenar de solares hubo que trapichear para que nacieran los nuevos colegios e institutos, carencias del Franquismo. Como que un colegio se lesiones gravemente, entraña peligro, clamor y noticia; inmediatamente la autoridad incompetente ha salido al parche, con una estupidez digna del desempeño de su cargo, no sé si afectada por la subida de sueldo de los listorros de la Junta de Andalucía. La delegada de San Telmo en Málaga, doña Patricia Navarro, ha decido -que se va a adelantar a la que pudiera venir- la repera, se va a tocar con el casco de la obra, para inspeccionar los más de 190 coles cumplen más de 3 decenios en la pertinaz sequía malagueña. La dueña temporal de las instalaciones escolares, hace el indecente amago de cuasi culpar a los ayuntamientos por el estado de abandono, al darle la totalidad del mantenimiento a la extraña competencia municipal. No se sabe si desde la República, Franco, Viriato o los Reyes Católicos, antes que existiera la Semana Blanca, desde luego, los municipios se ven en el deber de donar el suelo a las autonomías, para construir sus futuros colegios en propiedad juntera y competencia exclusiva de enseñanza, no obstante le asigna la custodia con guarda o conserje en nómina consistorial, servicios de limpieza y arreglos de pequeños y engorrosos desperfectos, lo que obliga a una nomina operativa de excelentes chapuceros. Esta eficaz decadencia de arreglar cristales rotos y atoros de cañerías, que siempre me pregunté porque este papel de servidor en la enseñanza primaria, y no en hospitales, universidades, institutos, y otros edificios públicos; será por el refrán de: -“ni el tonto deja la vereda, ni la verea deja al tonto”. Doña Patricia de la Junta, ya está bien de trolas, los colegios son de su vigilancia absoluta como propiedad exclusiva, a pesar de las chacherías, va con retraso si empieza a vigilar ahora; aunque a los alcaldes tengo que conminarle que como responsables del estado de los edificios del municipio, deben poner tiesos a los de la Junta, si no cumplen sus deberes de corregir las deficiencias que amenacen  ruina,  menos trolas  plebeyas con los coles doña patricia. Un día  llevé a la Consejera de Educación de turno, un gran manojo de llaves de centros públicos, reclamándole una subvención por los gastos; ahora creo que las apas de los religiosos reclaman más fondos, los ayuntamientos, ni te digo el facturón que hemos acumulado, desde que nos levantamos con la Blanca y Verde.

Curro Flores

 

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