MI SUFRAGIO EN UN NAUFRAGIO

MI SUFRAGIO EN UN NAUFRAGIO

Mis amigos de juvenil, estuvieron un par de cursos en el Colegio Menor Mediterráneo de la Falange; no sé la causa por los que le ayudé a hacer un trabajo sobre la visión de Kant de Ortega y Gasset, enfrascándome la edición de Austral. Eso me dio pie para conocer a su reconocido `profesor de Filosofía, quién aspiró a ser de aquellos selectos fachas a Consejero Local del Movimiento, para lo que se habían organizado unas astutas elecciones en la Dictadura.

Sería poco antes que Francisco de la Torre Prados, tomara la condición de edil del ayuntamiento de Málaga el franquismo,  e iniciara el Ejército la salvaje torre en la falda de Gibralfaro. Mi vecino Jacinto y yo que, teníamos el colegio electoral frente a nuestro portal, paramos de dar balonazos, para ejercer por primera vez nuestro presunto derecho, lo que provocó el entusiasmo de los componentes de la mesa, les faltó el sefie para inmortalizarnos, tan jovencitos y tan formalitos; nuestro chasco fue al cierre del recuento, exhibido en una lista los resultados, el profe del Menor al que votamos, no tenía ningún sufragio, es decir, nuestras aclamadas papeletas sufrieron un naufragio a la hora de apañarlas.

Aquello que era de mi olvido, hoy me aparece nítido en el ajado coco, después de tantas elecciones municipales democráticas vividas; de nuevo los vecinos podemos elegir quién nos barre la acera y se preocupa por el solar abandonado, antes que se enfrasque en ponernos a la sombra de una torre demoniaca.

Entre Dani o Paco está la tesitura, de éste, ya se sabe, más de lo mismo, así que hacia la Ciudad del Paraíso en diez años, o  seguir en gentil Edén del infierno de las grúas continuado. Amén del mal gusto por las torres de la envidia, siempre me pregunto por los que hacen caja con estas decisiones tan groseras.

Los que me generosamente me leen, votan, incluso para llevarme la contraria. Pero aspiro como el náufrago llenando la botella con su escrito, a que una inmensidad de sufragios inunden nuestras urnas. La democracia nos necesita, lo contrario nos omite.

Curro Flores