SERÉIS COMO NIÑOS
En el año del cincuentenario de la muerte del inmortal Picasso, a los malagueños por el arte de birlibirloque nos van a colocar una monumental escultura de nuestro neo celebérrimo artista Javier Calleja en Molina Larios. Cinco metros en altura de cabezas de niños sonrientes, darán su encanto a miles y milentos de turisteo, más nuestra parroquia de bruces.
Nuestro malagueño más universal, muchos creían que ya había ganado su espacio en los museos y que su impronta creativa se había apagado; pero como su infinitud no había caducado, se reveló buscando en el niño el mayor de los cauces de expresión artística, relegando sus trazos cultivados de Rafael, por la impronta infantil con la caja de tizas de un parvulito. Esa inmersión fue una epifanía para ganar cielo, obrando con la inocencia de un niño.
Por los papeles y la bendita Red, supe de la obra y la fama de Javier Calleja; nuestra Fundación Unicaja ofrece en las salas obispales, una magnífica muestra Mr. Günter, The Cat Show; en ella pude apreciar su talento artístico, sus dibujos, pinturas y el volumen de sus gatos que, han seducido al imperio de las galerías mundiales y a los bolsillos más repletos. Javier ha sido capaz con su pop art o para otros encasilladores, inspiraciones kawaii; elevarse desde montador de exhibiciones ajenas a extasiador de masas con sus obras. Sahumado quedé y pensando que, Calleja ha disparado al alma inversora de los coleccionistas para que vuelvan a la cándida niñez y sigan con su caprichoso, pero rentable dispendio.
Años, muy atrás, en los previos de una magna de Berrocal en el mismo Palacio Obispal, me han hecho recordar su reflexión en su casa de Villanueva de Algaidas, al ver el laborioso trabajo de Cat Show: -¡Mi trabajo tiene una gran peoná!. Muchas peonás también nos muestra Javier Calleja.
A los incrédulos, desconocedores del nuevo itinerario procesional, nos queda la duda, de si el monumento entorpecerá el paso de tronos, tarea al canto.
Curro Flores
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