EXPO MANÍA
Se sabe que De la Torre tiene su pelusilla con Sevilla, amén de los abrazos con Espadas (alcalde); hay que recordar que en los inicios de la Autonomía de Andalucía, amagó con proponer a Antequera como capitalidad, imagino que sus dólmenes como sede de la presidencia y, los terrenos del inacabable Puerto de secano, serían manjar para torres de bloques infinitas, ocultando al conductor cordobés la vista de la Peña de los Enamorados. No le hicieron ni puñetero caso los actores del Pacto de Antequera, al portavoz de UCD en aquellos entonces, tampoco él cachorro del franquismo hizo ninguna pataleta ostensible, a fuer de demócrata de nueva hornada. Ser subcampeones para celebrar la EXPO27, puede ser un fracaso, pero genera expectativas; pero la Giralda ha visto dos y la Farola a dos velas. Es decir, tras una rabiosa pensada de andar por casa, más su chequeo de cabecera, don Francisco ha decidido embarcarse de nuevo en la aventura, por las góndolas del Guadalmedina, para que el mundo mundial reconozca a Málaga para sede de una EXPO a la infinita potencia que dé el almanaque, mientras su cuerpo aguantes. Los opositores, siempre en pérdidas, han expresado sus negativas y dudas, sabedores que las necesidades del vecindario, con el salitre y la arena de la playa incomodando, tiene un abanico de necesidades, para no estar resoplando por algún evento universal. En San Telmo, los suyos, más de Juanma, se preguntan: -¿mi alma, hasta cuándo piensa Paco estar con el bastón de mando de Málaga? Va a jubilar a todos los aspirantes. Así que para no ser tan abruptos, han mandado el recado con su delegada local, de que antes de lanzarse a volar buscando votos a Kuwait, Cattar y Pernambuco, es necesaria una profunda reflexión; para eso están en la Junta que, no le llega el agua ni a la planta de los pies. En fin, como Paco es beato, de voto de obediencia al PP, ha mandado parar al jabegote (gondolero en paisano), hasta que sus regidores autónomos echen una cabezadita. Mala estrella la de los alcaldes persistentes, cuando se le queda corta la ciudad.
Curro Flores
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