FEIJÓO A COBRO DIVERTIDO
Está feo decir lo que uno cobra al mes en la España del salariete mínimo, si uno levanta 14.750 euritos; por eso, para evitar la indiscreta envidia nacional, la Galerna del Finisterre, ha evitado declarar en el Senado la totalidad de la soldada que percibe por ser el Comandante en jefe de Génova 13. Es de iluso decir que estas cosas solo pasan en España, porque en la Tierra plana, se lo llevan en redondo más de un gerifalte. Lo que tiene poca lógica, tras nuestra persecución por avanzar en la democracia, es no poner barreras a los desacatos o desvíos de nuestros representantes; pero aquí como Del Rey abajo, también ninguneo, somos tardos en edificar el ático de nuestra transparencia política. Tal como a la alcaldesa de Marbella, a don Alberto, se le debieran imponer faltas muy graves en su currículo, en la práctica griega del ostracismo por una temporadita. La nariz de Feijóo de aldeano olfato, le va creciendo por día, como para oler un pote gallego desde cualquier extremo de derechas de la Península; pero me revienta su insistencia en persistir en los embustes, como un trilero de Feria. Mañana, Felipe VI, va a recibir a los jefes de las tribus, para encomendar al que señale, de someterse a la investidura, la cosa no es fácil, más si Feijóo quiere ser el primero en tocar la gaita aunque se lleve una sonora pitada. No es función del Rey, mandar a Pernambuco a cualquiera que se pase de la raya, para eso tenemos el Poder Judicial, me entra la risa floja al pronunciarlo, mejor el VAR. Pero así como Juan Carlos I, se prometió un auto exilio, a más de dos velas en Abu Dabi, entre regatas; no sería del todo malo que por mentir y ocultar, nuestra Corona le sugiriera irse a freír espárragos a la Isla de Perejil a buscar apoyos.
Curro Flores
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