RUBI EL CARIÑOSO
El honorable merdellón que preside la Federación Española de Fútbol, elegido por el singular destacamento de peloteros, estamento que dirige todo el ligamento que puede dar de sí, desde el fichaje de les chavalaes, hasta los millonarios del gol; ha demostrado lo que venía siendo, desde que ocupó los palcos, por lo que la sublime extrañeza nacional de alarma y paginados internacionales sport, parece que por fin se han mirado al espejo del contubernio. La prensa deportiva, en especial la radiada, tomó cuerpo de aguerrida en los años de la salida del miedo en el Ruedo Ibérico, gracias a un procaz Butanito, José María García, que llegó en su periodismo de investigación Mortadelo, hasta a mostrarnos como le paseaban el perro al insigne Pablo Porta, máximo dirigente futbolístico de los últimos años franquismo, como activista del falangismo. Tanta fama adquirió el de la bombona, que sus honorarios por las chácharas balompédicas empezaron a disputárselos las cadenas, siendo el banderín de enganche de los oyentes a la del Óbolo Pontificio, mejor que pasar el cepillo en misa. Ya retirado de las ondas, como el que hace brotar su viejo encanto, fue entrevistado por sus méritos históricos de pionero, quién a fuer de sincero afirmó que echaba bastante de menos a su amigo Jesús Gil, acabose. Me fui el domingo contento y disfrutado, tan pronto se dio el pitido final que proclamaba a nuestras heroínas campeonas; por lo que por suerte me perdí el reclamo del notición del ósculo Rubiales: las redes posteriormente, editoriales y hasta el politiqueo en la búsqueda de gobierno, no han podido contenerse por el palqueo que en presencia de nuestra Reina y futura, Leonor I, se dio por los cataplines el presidente de la Real Federación; claro en las antípodas rascarse la cabeza es del revés tocarse los opíparos. En fin, menos rollo, poco puede hacer nuestro Conejo Nacional de Deportes, para salir de la chistera de las independencias federativas (democráticas); menos los dueños de los medios deportivos en poner orden en sus millonarias galernas galácticas del fútbol; el común ya tiene un hueso para entretenerse como el perro de Porta, mientras haya Rubiales, ¡Viva España, man que gane!
Curro Flores
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