LA FERIA DE HIELO DEL SUR DE EUROPA

LA FERIA DE HIELO DEL SUR DE EUROPA

Con los termómetros ardiendo y el AEMET lanzando llamas para los próximos 14 días, figurarse que en nuestras fiestas van a parar los abanicos para ponernos las pellizas, es de sofoco mental. Hace unos días, la simpar edila Teresa Porras, que va camino de quitarme el cetro de organizador de los actos festivos locales, bien ganado; anunciaba a bombo y platillo, como mandan los cánones, el programa de la gran Feria del Sur de Europa que nos tiene preparado a malagueños y muchivisitantes el Ayuntamiento de Málaga; con más drones de los buenos que en el mar Negro; doscientas actuaciones gratuitas de artistas, aprovecho para decir que el 16 de nuevo estará la Cajita Musical de Málaga en la Caseta Municipal Infantil, con su espectáculo La Magia eres tú Mirabel, mi licencia personal. Lo de la Feria de Hielo, no es que una nueva ERA haya comenzado con los acontecimientos festivos del 2023, que cumplirán 540 abriles el día 19 de Agosto, sino que por el arte de birlibirloque se han colado dos noticias, que han refrescado el acontecimiento, para alegrarnos el gaznate, y ver de lo que somos capaces algunos malagueños, los de la parte de sus hombres valientes de la copla. El año pasado hubo una gran crisis de producción y abastecimiento de cubitos de hielo, esos que hacen que un chorrito de tinto y gaseosa parezcan una inmensidad de generoso dispendio, a tal punto se puso la cosa, que llegué a pensar que pronto los inmensos iceberg que despachaban la camaradería, terminarían costando más que el líquido elemento, falsa conclusión por ahora, porque este año rebujitos, floresteles, cartojales y tintorros de verano, estarán hasta el borde de daditos helados según proclaman los fabricantes complacidos. El otro notición es el de los guapos malaguitas de provecho, con Manuel Calvo a la cabeza y su grupo de aguerridos,  bajo el programa Desafío Ártico para concienciar sobre el calentamiento global, nos han remolcado desde Groenlandia un iceberg de  16 toneladas hasta la Ciudad del Paraíso, la hazaña tiene un trago, pero de resultas no hay quién se la beba.

Curro Flores