jueves, 17 de noviembre de 2022

EL PATINAZO DE ICETA

EL PATINAZO DE ICETA

Todavía EL CIRCO DEL SOL no nos ha llegado con su espectáculo Crystal, ni desmontado las neveras para preparar la pista, cuando el ministro deportivo se ha pegado un resbalón de narices, y se ha dado de bruces contra el dique de Levante.

Uno no sabe si son los aires cataríes del Mundial, lo que han motivado a don Miquel a hacer de pitoniso con el proyecto del hotelazo del emir del Golfo; para augurarnos torreones de éxito turístico benidormí. La cierto es que un ministro sociata que se precie, y de cualquier otra militancia, viene a echar un capote a sus correligionarios locales, por lo que al ver a Daniel Pérez con la carita de pelailla, inmediatamente se ha pegado un rectificado, y ha mandado la Torre a buscarse un solar fuera del recinto portuario.

Tantos años de estudios en el edificio de San Agustín, de Historia, Prehistoria, latines y greguetes; que ni mi amigo, el catedrático de Arqueología, don Pedro Rodríguez Oliva, había cavado un agujerito en el patio, para descubrir nuestras murallas fenicias; las que ya no sé si son las fundacionales, o del restablecimiento de Malaca, pero tan pronto hurguen, se descubrirá nuestra pronunciada herencia de mercachifles a tutiplén.

Como el ministro es de Cultura, y por fin, en San Agustín se va a construir la Biblioteca, tiene que respetar las murallas de su interior de nuestra Biblos edénica, para hacer nuestras abluciones de mercaderes. A los postres, para que los tronos no se mojen en su itinerario catedralicio, España va a rascarse unos milloncejos  del presupuesto, para sumarse a la restauración de los techos de la Manquita.

Como el Portal de Belén era muy pobre y salvo la Estrella de Oriente, de luces andaba a dos velas; nuestra celebración navideña va a tener los ángeles más iluminados, desde el hágase la luz de los Orígenes. Como los avarillos han clamado contra el dispendio luminoso, nuestra concejala festiva doña Teresa Porras, ha querido acallar la tormenta, con la divina palabra negocio, y así, acabar con los comentarios ociosos de los malajes.

Curro Flores

 

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