AYUSO PARA ORATES
Difícil resulta saber si la Osa Mayor de la bandera madrileña, congenia con el Oso del madroño; pero más difícil, es saber si los votantes madrileños que le han otorgado la mayoría a la presidenta Ayuso, se ven reflejados en el discurso que trasmite.
Ayer, después que los vallecanos despojaran de púrpura al campeón de Europa; me quedé de una estatua, al leer unas presuntas declaraciones de la señora Ayuso, las que se me ratifican por su boca debido a las grabaciones de su entrevista en el programa de Ana Rosa.
Como de la mayoría del pueblo catalán en la Transición, del pueblo madrileño, tuvimos el acierto de su ejemplaridad en el avance de nuestra democracia; a la vuelta de la esquina parece que nos esperaba el envés de las viejas sin razones.
Aunque los chirríos de la joven excelentísima, parecen sacados del vademécum de la Guerra Fría o de la vela de armas de don Quijote; lo que ya no tiene perreo que valga, es que pertenezcan a una representante pública, sabedor a de nuestra normativa constitucional, nuestro cuerpo legal, más que de sus sesos serranos de Guadarrama.
Hasta la saciedad se van a repetir por las cadenas mediáticas sus desvaríos, al punto de acumular más orates que la sigan, porque ese es el efecto que se encadena entorno a la estupidez del verbo. Madrid parece que ha puesto la centrifugadora desde la terrible y olvidable Dirección General de Seguridad del franquismo, hoy marcando las malas uvas comunitarias, nunca se blanquean los fantasmas, es más nos lo pasean a la Onésimo potencia de su lidercilla.
El PSOE ha reaccionado a los intolerables insultos a Pedro Sánchez, pero hacen mal mis compañeros de esperar que el gallego Feijoó, ponga firme a su baronesa de los madriles, porque don Alberto es de lo dicho y de lo hecho más que Fraga con silenciador, al tiempo.
Curro Flores
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