HUELGA Y POLÍTICA

HUELGA Y POLÍTICA

Muchas peripecias hay que darle al verbo para separar las huelgas, las manifestaciones y otros actos de protesta de la política; aunque algunos se empeñen a jugar al despiste; porque un sin número de practicantes en la acción pública han conseguido estigmatizar el vocablo, tan bendecido en la Transición; y ahora haya convocantes que pretendan separar su legítima reivindicación de otras aspiraciones, las políticas, a veces, por no restar a los que se les debieran sumar.

Las cantinelas al pairo, me recuerdan a un viejo conocido, de devoción franquista, que se proclamaba dicharachero ante las primeras elecciones como apolítico, -porque a él le daba lo mismo que ganara la derecha, que los hijos de…la izquierda-.

Hasta en la huelga ferroviaria que, según algún gracioso, les va a cortar el rollo a los que van de gorra a trabajar en los cercanías. El paro del chacachá del tren no deja la política en vía muerta.

Ayuso pregona que le mueven el patio de mala manera, más o menos de la misma que empleó Juanma Moreno, cogido del brazo del Spiriman, líder de las demandas sanitarias, recientemente fallecido, frente a Susana Díaz. Ahora a Juanma y Medio las cañas se le han vuelto lanzas.

Al descontento de muchísimos madrileños por su sanidad pública, no hay que darle muchas vueltas por su evidencia, y que en la picota por su gestión esté doña Isabel, tampoco.

Como en la red no hay sequía de bits, me ha llamado la atención que debido a los déficits en la sanidad pública, un querido conocido, apoye que los liberados sindicales en Salud, se incorporen a sus trabajos, sin hacer uso de sus horarios sindicales. Esa cantinela viene de antiguo y, a muchos les da la razón, el mal uso de esos derechos por parte de golfantes; pero sin sabores costó al movimiento obrero conseguirlos, para que ahora aparezca de nuevo la historia reaccionaria por mor del ayusismo. Sabido es que en los servicios públicos, los sindicatos más ultras, no dicen ni pío a la hora de mantener sus liberados los llamados privilegios sindicales. También se sabe que la medicina avanza corre que vuela, y que sindicalistas de mucho oficiar, han perdido la actualización en su oficio.

Respondí en broma, pero es como si para el acopio de médicos, despojáramos a la Cámara andaluza de su singular presidente para ponerle la bata y el fonendo.

Curro Flores