ARROBA PUNTO COM
De pequeño en mis andurriales campesinos, la palabra arroba surgía en la conversa para medir el trigo recogido en la era, el maíz desgranado, una de aceite y hasta el vino del barril de Montilla iba a una garrafa de de trece litro y pico; así me entero hoy, del peso y el volumen de una arroba por la Red, antaño de pescadores y punto; de pequeño me hacía un lio entre el celemín, los reales, las gordas y la dichosa arroba.
Los de la Olivetti, pulsábamos hasta el infinito, limitados por cinta y el carro, desafiando al minutero. Ahora metaversados, me siento un inútil de la realidad virtual, por más que huya de la real. Recibo en mi correo electrónico más misivas a contestar, que en los tiempos remotos cartas en papel de solicitud o protestas. La cosa es que en los ahoras de ágil comunicación, me siento una tortuga; porque la arroba se me pierde en el teclado, más que los acentos o las puntuaciones en mi gramática errática.
Los de arroba punto com y demás familia, ingenieros del hardware y del software, están más de enhorabuena en Málaga, que los acomodadores de cine, especies en extinción. Entre las malas noticias, los chismes y las derrotas del Club de fútbol, maldecido por Alá; nos encontramos los abrazos del futuro, con multitud de empresas tecnológicas que quieren poner el huevo y la granja en nuestro Parque Tecnológico.
Ayer nos anunciaban que GlobalLogic, del grupo Hitachi, abrirá un centro en Málaga, con un horizonte de 3.000 contratados de plantilla, entre Valencia y nuestra ciudad pajarisiaca. Los que pusimos las arrobas de arena para siliconvallearnos en Campanillas, estamos súper felices con los desvelos vividos por su promotor y primer presidente, a saber, para los olvidadizos o los que le pusieron en su superficie una avenida sin números, Avda. Pedro Aparicio, ahora ese camino de asfalto y culos de edificios de la tecnópolis, lleva a un futuro de expansión de terabytes, bajo ladrillos y cristal; de esos que maneja con soltura pavorosa el compañero de Etham Hunt, mr. Cruise, en Misión Imposible al infinito.
No sé si es un cristo crear la hermandad del Parque Tecnológico, pero viendo nuestro futuro empresarial floreciente, hemos conseguido una respuesta divina a nuestras esperanzas, arroba punto com.
Curro Flores
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