EL MÓVIL EN LA SIESTA

EL MÓVIL EN LA SIESTA

Mi inquieto teléfono echa su cabezada inteligente en la mesita de luz, junto al despertador y pegadito al vasito de agua por si le entra la carraspera. Ahí está mejor, para evitar la carrerilla de apagarlo entre ronquidos diurnos. Corro el riesgo de no bajarle el timbre, así que todos los días, una sutil voz femenina de castellano amable sudamericano, me dice su nombre, no para sacarla a bailar, sino para que  maldiga todos los parentescos de los dueños y ejecutivos de las compañías de telefonía móvil, electricidad, seguro y la abadesa de supermercado.

No sé si espero la llamada del médico, la de la mala suerte, o la diosa fortuna. Lo que si me mantiene alerta, es por si tengo la ventura de que se acuerde de mí  un  encuestador del CIS; estoy requeté preparado para responder sin ambages, reafirmando que seguiré votando como de forma acostumbrada y deseo, desde el primer día que se abrieron las urnas de la democracia española. También le pondría un diez a Sánchez, ya vendrán los paisanos con la rebaja; un 5 raspado a Yolanda Díaz; dos augustos cerapios para el “cara de lápida” gallego y al ultra.

Es casi broma, pero estaba sumido en un titular de los amantes de Feijoó: “El CIS admite que el PP ya supera al PSOE en voto decidido”; como si el encuestador justiciero Tezanos, tuviera reservado el “derecho de admisión”. Evidentemente, a mi nuca me ha llamado una empresa de opinión, salvo las del trato recibido por la operadora del uno al diez. Las encuestas de nuestra empresa sociológica nacional, tiene deberes inalienables de diligencia y probidad en su conducta funcionarial; aunque en la cocina más que un pucherazo, trabajen para guisar un”cocido galleguiño”.

Yo no sé cuando seré el ciudadano anónimo que  interrogue el sondeador subcontratado; pero vista la última encuesta, he hecho una mala digestión con el pique que habían puesto en la olla. Al “sociólogo agorero” se  le ha ido la mano en aderezos adversos.

Curro Flores