jueves, 5 de mayo de 2022

A OREARSE TOCAN

A OREARSE TOCAN

 A Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, le han encargado, elaborar una serie de medidas que debemos tomar los ciudadanos, para combatir la falta de energía y consiguientemente sus precios. A bote pronto, ha estado de lo más faltusco, recomienda orear las camisas y no lavarlas.

Se nota que nació en Mastrique, y trabaja como Luis Pitín, con su camisita y su corbatín; si el hombre fuera del sur, trabajara de los de sol a sol, o hiciera entregas a domicilio en bici. Sabría que a solearse toca, y los sobacos no son para el verano. Quedo a la espera del listado de los ventilables, para ver que dice de los gayumbos, mientras yo sigo teniendo una amiga en la Balay.

Míster Timmermans, me ha recordado un episodio vecinal de mis percheles. Mi querido Pepico, me dio mi primer empleo, pintando enrejados de mausoleos, de los que gloria estén. Era un pintor de raza y  pared, un día, a su hijo Manolito, pinche en un restaurante famoso de la época, le iban a elevar de categoría a camarero, pero antes el dueño del establecimiento quería saludar al padre. Ante tanta alegría, mi Pepico, le dijo a su Mariquilla, de ponerse una camisa limpia, pues llevaba con la sudada una quincena, y el conglomerado de manchas mejoraba al más afamado de los oleos de Jackson Pollock. El graznido de la esposa lo escuchó hasta la última cóclea en el Himalaya: -¡Lo que tienes que hacer es lavarte los puntos suspensivos y menos presumir de limpio!

Como los supermercados han tomado la táctica del Real Madrid, la remontada; las medidas del Comisario, habrá que tenerlas en cuenta para ver  en cuánto nos suben los desodorantes y las colonias, para que no se me funda la paga el acercarme al prójimo, ya el costo de los detergentes y aclaradores va por las nubes. Siempre nos quedarán las mascarillas.

Mi añorado amigo Pedro Villagrán, como presidente de la Cruz Roja, organizaba una excepcional corrida de toros en la Malagueta; en una de ellas el crítico Joaquín Jesús Gordillo, tuvo la idea de acompañarse en la retransmisión televisiva por nuestro insigne Rafael Pérez Estrada, pez en el arte de Cuchares, pero de ingenio inigualable. Los cuarenta grados lo tenían goteando auriculares y la boquita seca, tanto que, a Rafael se le ocurrió que los toreros debieran venir vestidos en bañadores de luces, las que al Míster de la Comisión le están faltando.

Curro Flores

 

 

 

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