RESPIRAR RUIDO
Málaga atesora una contaminación acústica de las más prominentes de Andalucía, a la que con excepcional sordina recoge los ecos el Ayuntamiento. Francisco de la Torre, en sus perennes juegos de disimulo, ha querido ponerle un aparatito a los pisos turísticos, registrados, para que cuando empiece el jolgorio y las despedidas de solteros emitan en estéreo, los municipales puedan llegar con su onda silenciador. Quedó todo al albur de los dueños, allá película.
Hay en la Plaza Mitjana, vecinos que esperan poder abrir la ventana a las diez de la noche, después de que le hayan ganado al Regidor, la batalla judicial por el ruido. La placita es una de las joyas atronadoras, que tiene a los obsolescentes, parece, vecinos del Centro en vigilia permanente, como cada rincón de la aglomerada ruta del selfie foráneo. El turismo que se quiere no da la nota, dice el Alcalde, pero el que se tiene es de la banda del Empastre, en muchísimas ocasiones.
La verdad es que al Solar del Paraíso, no le han hecho falta guiris para elevar la frecuencia, porque por el griterío del vecindaje, más los rugidos de las bestias mecánicas, hemos podido hacer siempre la ola de campeones. En un sesudo trabajo del profesor Fernando Fernández Gutiérrez, sobre la sonoridad en Andalucía, destacamos los boquerones por tener más decibelios que nadie. El trabajo mereció la publicación por la Fundación Unicaja, presidida por Medel, al que tanto urge a De la Torre en cambiar ruidosamente; será porque por haber hecho el quinto banco de España, desde el Tajo de Ronda, y tener su base en Málaga, don Alcalde quiere tener la sede vacante para colocar a un propio.
No sé si será una ligera brisa mañanera, antes de la calima amenazante, pero por el vicio de leer de madrugada, me he llevado una alegría de pobre, tengo pocos chavos, al ver que se piensa en José Manuel Domínguez, para presidir la Fundación de Unicaja. Me ahorro escribir gloria bendita para destacar su curriculum profesional y vivencial, no he conocido a nadie en los mentideros, que haya podido hacer un reproche a su persona: enjuto, culto, estajanovista y atento como nadie.
Curro Flores
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