LUTO OFICIAL EN ALFARNATEJO

 

LUTO OFICIAL EN ALFARNATEJO

En los Pirineos del Sur que por su elevada altura axárquica, se conoce al singular pueblo  de Alfarnatejo, conocí a Antonio Benítez,  su ex alcalde,   recientemente fallecido, quién ejerció la vara de olivo durante 20 años. Lleva tres días la bandera del Ayuntamiento a media acta y sus vecinos tristes.

Conocí al eterno regidor, gracias al compañero Luis Reina, quién por sus funciones en la ejecutiva provincial, trotaba de pueblo en pueblo, con la habilidad del que los había comunicado por cable ¡aló! Eran las fiestas del gazpacho de los tres golpes, allí nos plantamos entre el jolgorio, sentados con un alcalde de sana sonrisa y mejor  anfitrionaje, tras 50 km de carretera.

La jovialidad presidió nuestro encuentro agosteño, amén que el rico gazpacho nos refresco el golpazo de calor, para eso era su fiesta, instituida en el calendario de eventos provinciales por Antonio. Poco se tienen en cuenta en el santoral de alcaldes, los de las localidades de un censo menor de 500 habitantes, pero  de tantos años que fui del oficio,  desde antes de la creación de su FEMP, y de mi larga observación sé,  que mantener el sillón de primer edil en un pueblecito, durante cuatro quinquenio, es el claro síntoma de que no  ha tenido un minuto para reposar sus posaderas en el sitial, ni comparables con los alcaldes de las grandes urbes que no le ponen nombre y trasiego a sus votantes

No me pareció prudente que al jefe de los tejones le recordara, nuestro primer paso para organizar el PSOE en Alfarnatejo, allá en las elecciones de 1977.

“El Viejo luchador”, así llamaban nuestros jóvenes al último alcalde de Alfarnate de la República, por sus hazañas, renqueaba de una pierna por un balazo franquista. El hombre nos propuso ir a Alfarnatejo, porque había encontrado un grupo de jóvenes entusiastas de izquierda, propios para constituir allí la Agrupación socialista; así lo hicimos en los albores de la  de la Transición.

En una habitación, con la muchachada sentada en círculo, Francisco Román, nuestro Secretario provincial, se dirigió a ellos, pero primero quiso catar sus conocimientos y deseos, e inquirió al primero de ellos que parecía el espabiladote: ¿Qué piensas del PSOE?, a lo que respondió -que le importaba tres leches, porque él y todos los convocados eran los comunistas del pueblo.

El chasco nos dejó sin ganas de despedirnos, cogimos el coche del compañero Martín, pusimos la megafonía a tope, con la cantinela de socialismo es libertad, dejamos a los de socialismo en libertad muertos de risa y, al ex alcalde sentado compungido en un rebate. No son de contar las maldiciones que echamos, antes de llegar a Cuevas de San Marcos, dónde íbamos a celebrar el que sería su primer mitin, también tuvo su historia.

En honor de Antonio Benítez  y para que no se vaya un vecino a buscársela fuera;  pronto las mejores trufas negras serán las de Alfarnatejo, las de los Pirineos del Sur.

Curro Flores