JUAN ESPADAS
Nos hacía reír Bonifacio, mientras arrastraba a copas, toda la tarde demostrando que era un maestro en el julepe. Decía el bribón que, menos mal, nos había tocado en suerte el palo de Espadas, que menudo cachondeo se hubiera liado de haberse apellidado: oros, bastos o copas.
Lo serio es que antes de votar los andaluces, los socialistas asumen la tarea de hacer más conocido al candidato, porque se juega con el lastre de la novedad, salvo en Sevilla, su ex alcalde; y contra, el salvaje aparato propagandístico del que se ha servido el Inaugurador de derribos y estaciones de metro vacías del PP.
Las primarias son un hándicap, para el PSOE, serio en su aplicación. Para el PP han sido un desastre, resultado Casado, en fin, han vuelto a un Congreso de aplausos unánimes para elegir a Feijoó, sin más preocupación que volver al fraguismo, más que a la democracia avanzada en su partido. Un día se debieran imponer las mismas obligaciones selectivas en todas nuestras organizaciones políticas.
Juan Espadas en la Asamblea de los socialistas en Torremolinos, consiguió cristalizar un programa, de tanta fuerza y profundidad, que después de mascullarlo durante un tiempo, me alegraría que cada uno de los electores lo tuviera en cuenta, pero esas brevas no caen. Más se difundían las consignas groseras, de que los socialistas habían estado pensando más en ellos, que en los ciudadanos.
Una avanzadilla de varios escogidos neopeperos, irrumpían en los medios para destacar que los espadachines habían perdido el voto fijo, histórico, de la Andalucía rural, otra añagaza del manualillo del converso.
A Espadas le queda blandirse, obviamente, por no perder su granero de votantes, luchar contra la abstención, que provocó el resultado anterior; también evidenciar que no ha habido avances en el progreso social y económico, de nuestras mayores urbes, que no tuvieran el acento de la gestión socialista.
En la crisis vivida, Pedro Sánchez, iniciador y gran luchador, por los fondos europeos que nos van a ir llegando; tuvo enfrente a los antipatriotas de Casado, como perdieron, mandó a sus alcaldes a Bruselas a hacer el canelo, por no se sabe, injusto reparto de los dineros por venir.
Los datos del PIB, paro y convergencia de la economía andaluza, demuestran, contra propagandas Juanma, que de locomotora nada, las políticas de su tándem de consejeros económicos, ha sido un auténtico desastre, a los datos me remito. Clinton a Bush padre le desarmó por la economía, el estoconazo a Juanma se le debe dar por los números reales y no por sus numeritos.
Curro Flores
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