lunes, 23 de mayo de 2022

MEMORIA DE CLOACAS

MEMORIAS DE CLOACAS

Las voces execrables de los sumideros de España son las noticias del desayuno diario: se sirven en la política, en papel salmón y hasta a balonazos.

Los fontaneros indiscretos constituyen una amenaza para las sísmicas estabilidades institucionales. Disputa la moda, de paseo a los juzgados, José Manuel Villarejo: presidario, ex comisario y detective privado. Tocado con su gorra a rayas de media etiqueta, cosita de cordobés, gafas y tapándose su gran rostro de las cámaras, con su portafolio de piel negra, ese contenedor de tanta porquería ajena que grabó.

Como ya dijo Felipe González, para acabar con nuestras ilusorias castidades democráticas: “El Estado de derecho también se defiende en las alcantarillas”.

La verdad es que de saneamientos, pasé a entender en las labores de nuestra primera Corporación democrática en el Ayuntamiento de Málaga, porque tuvimos que enterrar gran parte de nuestra magra economía presupuestaria, en poner y arreglar cañerías, en los barrios populares y populosos,  más las barriadas periféricas y suburbios autoconstruidos. A mí me tocó Churriana, que tenía su olerada aterrizando en los terrenos aeroportuarios; otros engarzaron tuberías por la Avenida de Europa y aledaños; imaginen lo que pensé, cuando hace dos semanas se reventaron sus desaguaderos, vuelta a lo mismo. Víctor Hugo nos enseñó que –“la historia de las ciudades se refleja en sus cloacas”, aunque nuestra arquitectura urbana, ponga su particular punto de desentone a la frase.

A veces, los que provenían de la Villa y Corte, me aleccionaron de los secretillos de Estado, los tenían tan a mano; así que a los postres, el Emérito y sus citas ocultas, departían curiosidades sexuales silenciadas por el bien de la Patria.

La sede de los populares en Génova 13, tenía atorados los tubos de desagüe, hasta que se le reventaron en el mismísimo centro de la Capital, por confiar en un lampista trilero como Villarejo. La memoria de su cloaca, ha puesto en evidencia la desfachatez y peores adjetivaciones, con las que trataban los asuntos públicos y  sus desviadas luchas de poder. Espero que recordemos esos efluvios infectos a la hora de votar, sin más que añadir a tanto excremento.

Curro Flores

 

 

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