LA CAMPANA ELECTORAL
Las primeras listas fueron las de Juan Espadas, era de cajón, si desde octubre pasado, dejó de aprobar los presupuestos, el señor Moreno, con las cartas marcadas, venía amagando con la fecha de la convocatoria electoral e inaugurando hasta los chinos, lo mejor era ser previsores.
El PP, el Juanma, ha tirado de consejeros para armar las suyas, es mejor sacar rédito a las cámaras de RTVA, lo único a señalar de su gestión por el cacareado cambio milagroso en Andalucía, salvo sucumbir en los indicadores económicos del PIB, paro y convergencia, los que demuestran que salvo publicidad desolación.
Juan Marín, el Ciudadano, porque está a punto de quedarse solo, a falta de masas para bañarse, se ha bañado vestidito con el agua cuello con la Giralda al fondo, atrezo que no falte. Una nueva esperanza fallida por confundir Ribera estrategia con estratagema.
Podemos, ya dividida, aquella nueva fe de la izquierda nacida en tiendas de campañas y movida en círculos, ha dado el campanazo, por no presentar a tiempo los papeles. Ahora, irá en el conglomerado de Por Andalucía, sin poder lucir su marca, aunque la de la nueva agrupación electoral ya está registrada en patentes y marcas por una empresa. Vaya tropa.
Fabricar una formación política, por experiencia y observación, no es un huevo que se echa a freír, es un guiso que requiere los adecuados condimentos, para que no se te pasen los sabores o se te pegue. En los días que corren, hasta individualidades sin siglas han conseguido la presidencia de sus países, pero, gran pero, de dónde viene la pasta para elevarlos al estrellato; sigan como en el delito la policía, la pista del dinero.
Al final, Olona, parece la futura socia, si tienen éxitos las derechas. A ella como en todos los partidos ultras y los comunistas de los de antes, el dedo del jefe marca la pauta. Así que son más indestructibles, salvo que la realidad los mande a la cuneta.
La Campana está redoblando, ya no se pueden cortar cintas inocuas, ahora toca poner los focos en Juanma, de feria en feria hasta El Rocío, salero que tienes tú.
Curro Flores
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