viernes, 13 de mayo de 2022

UN EXCELENTÍSIMO DESPROPÓSITO

UN EXCELENTÍSIMO DESPROPÓSITO

Destripado en la biblioteca, con color sudado, se aposenta La Antología del Disparate, que con aire desafiante y golfillo mal encara a todas las enciclopedias más letradas, que le empujan a vivir con estreches y de canto. Don Luis Díez Jiménez, catedrático de instituto masculino de los de aquella época, tuvo a bien recopilar las contestaciones más jocosas en los exámenes  del  alumnaje; mucho parné se debió embutir, porque los libros se vendieron como rosquillas en sucesivas ediciones, ya que el cacumen educado tiene respuesta para todo, amén que se la invente.

Pedro Aparicio y yo a hurtadillas, llevábamos una libretilla con los desatinos verbales de algunos compañeros en sus intervenciones como concejales, cuaderno perdido. Al escribir esto, me imagino y olvido mis propias chifladuras, en mis muchos años de portavoz en la vida pública, o de alumno, confundiendo derivadas por derribadas, pero resueltas con exactitud o copiándome ad pedem litterae, para que no se diga.

Políticos, periodistas, famosos y demás ejercientes de lo publicable; pueden dar para quién con la paciencia de don Luis, se tome la molestia de poner orden y desconcierto,  en lo que dicen aquellos a los que las circunstancias obligan a tenerlos que aguantar por curiosa insensatez. No hace falta que sea una doña Belén Esteban, ni Jesulín, los excelentísimos, también se afanan de rama en rama, en tener su cachito de gloria, en el disparaderos de las noticias.

Jubilado del todo, un imposible, tuve la dichosa fortuna de leer la buena nueva de la subida por el Gobierno del Salario Mínimo Profesional, seguida por los cacareos explicativos y los vituperios correspondientes. Pero como la que debe tenernos al loro es la ministra portavoz, doña Isabel Rodríguez, en su afán por aclararlo todo como  ex alcaldesa de refinado;  muy compungida por la brecha emocional familiar,  nos ha dejado esta perla, que de ser doctrina oficial, gran disparate: -“Es insostenible que pensionistas tengan más ingresos que sus hijos trabajadores”, las aclaraciones pueden llenar almacenes de bagatelas, pero con un “he dicho”, nos hubiéramos conformado, para sintonizar las neuronas del absurdo.

Curro Flores

 

 

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