EL EFECTO 7 DE MARZO

EL EFECTO 7 DE MARZO

Ayer las manifestaciones convocadas por el Día Internacional de la Mujer fueron un completo éxito; aún recuerdo cuando nuestras convocatorias, no hace tanto, su aforo llegaba a ser menor que los extras de un poblado apache, vamos avanzando. Pero el día 7 en el Congreso, tronó en demasía el efecto mariposa del circunloquio de Galapagar, porque doña Irene pretende la exclusiva violeta para su casta morada. Cosas de Pablo Manuel.

De sopetón don Alberto Núñez, ha encontrado un hueco para colarse en el enredo feminista y se ha sacado de las meigas el feminismo  real, como si lo real le hiciera gracia a la España imaginaria. Por contraste sus adversarios, han vuelto a inundar la Red de la foto en el barco del traficante  Marcial Dorado con Feijoó, en su periplo vacacional. Algunos tratan de ver en los personajes gallegos, al honorable Don Licio Lucchesi y a Don Altobello, de la tercera parte del Padrino, en sus juventudes conspirativas; pero don Alberto y don Marcial, no tienen careto ni para un ratito de carnaval en la Logia Gelli o un soplamocos de Vicenzo Corleone.

Ahora les queda a nuestros parlamentarios escuchar con atención una clase magistral de don Ramón Tamames, peroratas de antes, pero el candidato de VOX es tan mayor que no se adapta a llevar la clase a la boloñesa. Después las intervenciones: diestras y siniestras, centrifugas y centrípetas, más los ecos del Finisterre, votación y a otra cosa mariposa. Pero mi amigo Bonifacio, me ha venido soltando detalles del futuro gobierno en la mala sombra de la ultra derecha; me decía que podrían tirar de Rato, Corcuera, Álvarez Cascos e incluso Leguina, la duda es femenina, si Monasterio o la Dama de Elche, pero lo que está más clarito es ver a Sánchez Dragó de cultureta.

Las raíces del esperpento se encaraman hasta en las nubes.

Curro Flores