LA METAPROSA BANCARIA
Llevo varios días por enterarme del asunto del metaverso; ya, sin enterarme de nada, creo que estoy puesto en el tema. En definitiva, como las dolamas bancarias están en el orden del día, cogidito de los dedos de la red, la sometí a un interrogatorio, ya que es más respondona que la Teresa. Le pregunté qué narices era el metaverso bancario, la repera de solución: -los clientes bancarios, me imagino los que tengan más pasta que en mi cuenta, pueden interactuar con sus cerebritos centrales para encontrar caminos y consejos para mover su dinero.
Como a partir de tres dígitos me pierdo, nuestro compañero de partida don Tacañón, experto en evitar las convidás; le hemos encontrado muy triste, tras llegar con una almohada recién comprada; inmediatamente pensamos que su careto respondía a un problema financiero. Por lo bajini, me recordó Bonifacio, la cantidad de billetes que tenía entre las mudas de la cama, cuando cambiaron las pesetas por los euros, y tuvo que mover la borra entre los cinco miles.
Pronto largo, las noticias sobre los bancos, le habían puesto alerta, y estaba pensando de nuevo dejar sus libretas de ahorro, con unos pellizquitos de nada; y poner los euros a contar borreguitos con su ángel de la guarda.
El Taca se fue para sus ventanillas a hacer sus auto saqueos; mientras mi mente se iba a la de cowboys de anoche, en la que todos los ladrones de los bancos, terminaban a tiros o apresados, con una nómina que iba de autoridades y potentados, a salteadores mejicanos a su servicio. Inmediatamente leí la tranquilizadora noticia que al Banco Suizo le iban a inyectar cincuenta mil millones de euros, por eso de que es sistémico y puede dejar tocados a su vecindad. No había ni una palabra sobre cuál había sido el destino inmediato de los cuatreros helvéticos, prefiero las de vaqueros a tanta metaprosa bancaria.
Curro Flores
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