HUELGA DE HAMBRE POR ANDALUCÍA

HUELGA DE HAMBRE POR ANDALUCÍA

Nadie hablaría del “les calor”, si el señor Moreno hubiera agotado su mandato hasta diciembre; seis meses saltados a la piola, podía haber sido un año, sin el conflicto pepero de la “casuyada”, entre genovesitos y ayusitos. Es decir, el primer gobierno de la  derecha, apoyado por la ultraderecha en Andalucía, se ha dejado el tajo sin terminar, entre más cosas: porque no ha sabido, más, querido, aprobar unos presupuestos, todo lo demás son poses de ocasión.

De media entre 25º y 34º, es lo que se prevé de calores, la realidad es que se derretirán los abanicos, en esta jornada electoral, dónde sin ningún reparo, hay que llamar a votar a todos los andaluces, a pesar de todas las triquiñuelas que se han utilizado para desmotivarlos. La candidatura que gane, edificará su héroe, de usted depende, acertar en el blanco.

Porque recientemente me aparece por  el pajarito tuitero, superactivo en sus apoyos a Juan Espadas, mi viejo y admirado amigo, el compañero Rafael Escuredo: al que presté mi chaqueta de novio, para que fuera a formar parte de la Mesa de las primera Cámara democrática bien atusado. Ha venido a mi memoria los días de su “huelga de hambre”, a principio de febrero de 1980, para que  la autonomía del pueblo andaluz estuviera en igualdad de derechos a las de las nacionalidades históricas españolas por la vía del artículo 151 de nuestra Constitución, lo consiguió con el clamoroso apoyo de todos nosotros en las urnas;  lo que negaba la derecha, siempre a la baja y hasta el mismísimo partido que agrupaba a los andalucistas, por los devaneos de su líder Rojas Marcos con Martín Villa, el ministro de Interior de la extinta UCD.

Muchísimas realidades ha vivido el cambio andaluz, liderado por los gobiernos socialistas habidos,  muchas ilusiones todavía pendientes, pero ya no nos conoce ni el médico; que desde que está Juanma y Medio, debido a la lista de espera de Salud Responde, hemos inventado la “oreja clínica”, porque el “ojo clínico” ya no lo necesitan para nada nuestros médicos en la Sanidad pública.

Hace un mes me intervinieron las varices estorbo, dos años y medio esperando al galeno especialista, un año para el quirófano, el tiempo de los del PP en San Telmo, no es curiosa coincidencia.

Con la media elástica de mis calores, haré mi paseíto por la sombra a la urna, con la conciencia de que nosotros si supimos cambiar la triste realidad que vivíamos; heredada de éstos que dicen ahora que tanto nos quieren, para hacer el más “avances” en el “cambio” real de hundirnos de nuevo en la miseria.

Curro Flores