SUBCAMPEONES EN ANDALUCÍA

SUBCAMPEONES EN ANDALUCÍA

La inolvidable resaca electoral que anoche vivimos los socialistas, porque el humor no nos falte, me recordó al viejo chistes, dedicado a la prepotencia verbal de un argentino, quién a la pregunta: -¿cómo habéis quedado en la Guerra de las Malvinas?, no se cortó, para responder: -che, boludo, fuimos subcampeones.

Previo y en la campaña, no me han faltado letras, para satirizar al adversario, porque intuí, lo obvio: Juanma Moreno, en su mandato, con todas las artes en sus manos, había conseguido que el umbral de percepción de la mayoría de les andaluces le fuera muy favorable. Así que, le felicito sin ambages, también a sus electores.

Luchar contra la “percepción” venturosa de un candidato, es de los peores objetivos estratégicos que se puede proponer un adversario en una campaña. El consultor político, Joseph Napolitan, campeón de grandes contiendas electorales en el pasado norteamericano y otros países; me imagino, old fashion, para los nuevos gurús en “infinitoD” tecno político. Nos enseña que, si un aspirante tiene la consideración de honrado, te puede robar la cartera ante las cámaras en un debate, sin perder un ápice de su estimación pública.

Hace once meses, Juan Espadas, ganador de las primarias socialistas, era nuestro líder en Andalucía, con varios hándicaps: darse a conocer en nuestro censo, convencer con sus proyectos y desmontar las supuestas virtudes del contrincante. El resultado ahorra palabras.

En una átona campaña, con mensajes de trazo grueso, sin cara a cara, el programa se ha quedado en las estanterías. A nuestra gurulandia, se le ha ocurrido colgar en las farolas, una foto, que más que invitar al conocimiento, es de “¡hasta luego!”, para salir de bulla. Tan ensimismados  hemos estado hablando del peligro azul de VOX, cierto, que Moreno se ha “placeado”  indemne y sin costuras.

De ser campeones destronados en las pasadas elecciones, nos dicen que hemos pasado a ser los jefes de la oposición, sin pasar las pruebas, por no haber movilizado a los indecisos de izquierda, y a muchos fugados de nuestro granero. Amén de las necesidades que hay, más las horrorosas las que se vislumbran, nuestro mensaje no ha calado. Las artes de la obra política, amén de los hechos, determinan la necesidad de tener un discurso capaz de conmover las entrañas del más despistado.

El taburete de camilla, no mesa,  que hubiera sido más estable; en el que se tomó la decisión de avocarnos a un cambio de espadachín, nos ha llevado a varios errores. El primero me duele como municipalista, servirse de todo un alcalde en Sevilla, para reñirse como un desconocido en nuestro territorio, craso error. El PSOE andaluz, tiene en su nómina, excelentisimes, más populares que quizás hubieran salvado la contienda de mejor manera.

Nos ha educado para campeones, tenemos en la vitrina tantas copas como el Madrid, eso nos invita desde este preciso momento a tener la rabia de los próximos ganadores en Andalucía, no, de respetables jefes de oposición.

Curro Flores